Por Raciel Pérez Martínez
Foto Internet
El aparente poderoso Reino Unido (integrado por Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte) uno de los cabecillas en el ataque sistemático a Libia, con oleadas de aviones sembrando muerte entre mujeres y niños y población civil en general, no es nada democrático ni próspero ni perfecto.
Todos conocemos los argumentos esgrimidos para atacar al gobierno del líder libio Muamar el Kadafi. Salvar a la población que se revelaba contra el gobierno, sin embargo es la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) encabezada por el Reino Unido y Francia, quienes masacran a la población día a día.
Esas mismas revueltas que están sacudiendo todo el norte de África, saltaron el poco mar que le separa de Europa y se extienden por todo el viejo continente, como en Grecia al borde del colapso económico, en España con los “indignados” y por estos días por varias ciudades inglesas.
El argumento esgrimido por el Reino Unido y demás miembros de la OTAN de atacar al gobierno Libio encabezado por Kadafi, para apoyar a los sublevados puede perfectamente aplicarse ahora a lo que sucede en la Unión Europea, en especial en Londres y otras ciudades inglesas.
Decenas de miles de jóvenes se han sublevado contra el gobierno del Reino Unido debido a la crisis económica y social que los aplasta, incluyendo el cierre total al empleo y a la educación pública.
El detonante fue el asesinato por parte de la policía de un joven detenido, quien estando apresado y en el suelo le fue disparado tres tiros a quema ropas el pasado jueves.
Desde entonces los jóvenes enardecidos se han volcados a las calles para condenar el crimen, y aprovechar para expresar su repudio a las medidas neoliberales imperantes en el Reino Unido.
El accionar represivo de la policía que llega hasta 16 mil agentes solo en Londres, ha provocado hasta hoy miércoles centenares de heridos, detenidos y graves daños en los comercios.
El impacto de la recesión económica en el Reino Unido y particularmente en su capital Londres, es similar al existente en otros países europeos, lo que augura la extensión de protestas en ese continente, calificado por los tanques pensantes del capitalismo, como una zona ideal del planeta.
Especialistas en comportamiento de la economía mundial expresan que el pico de la crisis, particularmente en Europa, está por venir y los estallidos sociales sacudirán a los gobiernos derechistas que trabajan para el gran capital.
Si una colisión de países árabes, o de la Unión Africana lanzara ataques aéreos sobre Londres y otras ciudades inglesas para proteger a los jóvenes de la represión policial, ¿sería visto por Estados Unidos y Naciones Unidas como algo razonable, justo? Seguro que no, porque la ley en el mundo tiene un doble rasero.
Los movimientos sociales de Europa serán los encargados de barrer los obsoletos regímenes que imperan en esa parte del mundo. Las masas están despertando y no hay quien las detenga.
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