Científicos británicos han concebido unas alas de
avión que pueden repararse por sí solas en caso de sufrir daños.
Sus creadores se muestran convencidos de que dicha tecnología podría
empezar a usarse en un futuro próximo.
Un grupo de científicos de la Universidad de
Bristol especializado en la modificación de materiales compuestos de
fibra de carbono ha diseñado alas de avión capaces de reparar aquellos
daños que sufran, un logro que sus mismos creadores consideran que "raya
la ciencia ficción", informa 'The Indendent'.
La solución de los científicos consiste en añadir unas diminutas "microesferas" huecas al carbono, que se rompen en caso de impacto emitiendo un agente cicatrizante líquido. Este agente se filtra en las grietas causadas y luego entra en contacto con un catalizador desencadenando una reacción química rápida que lo hace endurecer.
La misma tecnología también podría utilizarse para reducir el coste de controles de seguridad, al añadir tinte en el agente cicatrizante para facilitar la identificación de grietas.
Los avances del grupo de Bristol podrían aplicarse a todo tipo de materiales compuestos de fibra de carbono, lo que significa que la creación de palos de golf, raquetas de tenis y cañas de pescar autorreparables podría ser una realidad en un futuro no tan lejano. "En los próximos cinco o diez años vamos a ver cosas tales como pantallas de teléfonos móviles que podrán repararse si se rompen", comenta el líder del grupo científico, el catedrático Duncan Wass.(RT)
En cinco o diez años veremos cosas como pantallas de teléfonos móviles que se reparan solosEn su proyecto, que ha durado tres años, los científicos han trabajado con ingenieros aéreos empeñados en saber si existe una forma de prevenir las pequeñas y casi indetectables grietas que se forman en las alas y en el fuselaje de aviones.
La solución de los científicos consiste en añadir unas diminutas "microesferas" huecas al carbono, que se rompen en caso de impacto emitiendo un agente cicatrizante líquido. Este agente se filtra en las grietas causadas y luego entra en contacto con un catalizador desencadenando una reacción química rápida que lo hace endurecer.
La misma tecnología también podría utilizarse para reducir el coste de controles de seguridad, al añadir tinte en el agente cicatrizante para facilitar la identificación de grietas.
Los avances del grupo de Bristol podrían aplicarse a todo tipo de materiales compuestos de fibra de carbono, lo que significa que la creación de palos de golf, raquetas de tenis y cañas de pescar autorreparables podría ser una realidad en un futuro no tan lejano. "En los próximos cinco o diez años vamos a ver cosas tales como pantallas de teléfonos móviles que podrán repararse si se rompen", comenta el líder del grupo científico, el catedrático Duncan Wass.(RT)
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