sábado, 9 de julio de 2011

SUDÁN DEL SUR, HIJO DE INTERES FORÁNEOS


Por Raciel Pérez Martínez


Hoy sábado nació el estado número 193, reconocido por la Organización de Naciones Unidas, se trata de Sudán del Sur, hijo de rivalidades interétnicas y avaricias petroleras.

Desde hace décadas las regiones norte y sur de Sudán han estado guerreando, sobre todo por la incitación foránea, pues las grandes reservas de hidrocarburos en la porción sureña son codiciadas por las trasnacionales.

El gobierno central, radicado en Jartum, la capital sudanesa, trató por todos los medios de evitar la secesión de la más grande nación africana, con más de dos millones y medio de kilómetros cuadras y una población de unos 42 millones de habitantes.

Sudán está situado en el norte de África, a orillas del mar Rojo, entre Egipto y Eritrea, con una gran variedad étnica y religiosa ,y cientos de dialectos que la hacen muy compleja para encausar interesas nacionales.

A partir de la aprobación del gobierno de la división del país, debieron cesar los enfrentamientos tribales, sin embargo continúan en zonas como Darfur, donde la población ha sido prácticamente diezmada, o a emigrado a países vecinos.

Actualmente las partes trabajan por eliminar litigios como los existentes sobre la región de Abyei, la delimitación de las fronteras, las fuentes petroleras, y la deuda pública.


Con la creación oficial del Sudán del Sur, no deja de preocupar el éxodo hacia el territorio sureño de dos millones de personas que residen en el norte del país, pero por descendencia tribal o religiosa retornan a sus orígenes.

Este sábado Sudán quedó dividido en un estado de mayoría musulmana en la parte norte, y otro de fe cristiana y cultos tradicionales en la sur.

Con la partición, el Sudán tradicional pierde la tercera parte de su territorio y las tres cuartas partes de sus reservas petrolíferas, un 37 por ciento de sus ingresos frente a una deuda pública ascendente a 38 mil millones de dólares y una exorbitante inflación.

El naciente estado de Sudán del Sur, región rica en petróleo que representó el 90 por ciento de los ingresos del país, tiene varias zonas de conflicto por choques étnicos más el sistemático robo de ganado.

En 2005 cuando se firmaron los acuerdos de paz entre el norte y el sur, Sudán disponía de solo 20 kilómetros de carreteras asfaltadas y un 90 por ciento de su población no sabía leer ni escribir.

El nivel de subdesarrollo de Sudán llega hasta las estructura de poder, pues la mitad de los funcionarios el gobierno apenas dispone de estudios primarios.

Pese a sus importantes reservas petroleras, el naciente Sudán del Sur ingresa a la lista de los países más empobrecidos del planeta, y de más bajos indicadores sociales y de salud.

Los monopolios internacionales del petróleo son los verdaderos causantes de la división del Sudán. Se llevarán todo el hidrocarburo del subsuelo pero el pueblo se quedará con su miseria extrema de hoy.

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