Por Raciel Pérez Martínez Fotos INTERNET
Después de un tortuoso camino, la República de Honduras se proyecta hacia una verdadera democracia, donde todo el pueblo tenga derecho a participar en las decisiones de la nación centroamericana.
Cientos de años gobernadas por una élite oligarca, las masas populares hondureñas lograron despertar y cohesionarse a raíz del golpe militar, que derrocó al presidente Manuel Zelaya el 28 de junio del 2009.
El papel del Frente Nacional de Resistencia Popular ha sido determinante para ir destruyendo toda la maquinaria golpista, la manipulación mediática y la satanización de Zelaya.
Los populares proyectos del depuesto presidente, incluido la constitución de una Asamblea Nacional Constituyente van a ser restablecidos bajo presión popular.
El propio retorno del expresidente Zelaya a Honduras, con todas las garantías ciudadanas fue un golpe demoledor contra la élite de poder, que quieren a todo costo mantener el tradicional dominio y explotación del pueblo.
Zelaya al llegar a su país no se ha cruzado de brazos, y tal como esperaba la inmensa mayoría de los hondureños, sin perder un minuto trabaja en función de rescatar el proyecto social truncado.
Para alcanzar ese objetivo, debe eliminarse el artículo de la Constitución que imposibilita a todo presidente de Honduras postularse por un segundo mandato.
De no ser posible, existe la alternativa de presentarse como candidata, Xiomara Castro Sarmiento, la esposa de Manuel Zelaya, quien mantuvo un destacado papel político frente al golpe.
Como coordinador general del Frente Nacional de Resistencia Popular de Honduras, Manuel Zelaya propuso este domingo crear el Frente Amplio de Resistencia Popular, una fuerza política democrática y revolucionaria.
Reunido con más de mil quinientos delegados en Tegucigalpa, Zelaya precisó que ese proyecto implica la unidad de todas las fuerzas del Frente de Resistencia, sin importar la diversidad de opiniones.
Después de un tortuoso camino, la República de Honduras se proyecta hacia una verdadera democracia, donde todo el pueblo tenga derecho a participar en las decisiones de la nación centroamericana.
Cientos de años gobernadas por una élite oligarca, las masas populares hondureñas lograron despertar y cohesionarse a raíz del golpe militar, que derrocó al presidente Manuel Zelaya el 28 de junio del 2009.
El papel del Frente Nacional de Resistencia Popular ha sido determinante para ir destruyendo toda la maquinaria golpista, la manipulación mediática y la satanización de Zelaya.
Los populares proyectos del depuesto presidente, incluido la constitución de una Asamblea Nacional Constituyente van a ser restablecidos bajo presión popular.
El propio retorno del expresidente Zelaya a Honduras, con todas las garantías ciudadanas fue un golpe demoledor contra la élite de poder, que quieren a todo costo mantener el tradicional dominio y explotación del pueblo.
Zelaya al llegar a su país no se ha cruzado de brazos, y tal como esperaba la inmensa mayoría de los hondureños, sin perder un minuto trabaja en función de rescatar el proyecto social truncado.
Para alcanzar ese objetivo, debe eliminarse el artículo de la Constitución que imposibilita a todo presidente de Honduras postularse por un segundo mandato.
De no ser posible, existe la alternativa de presentarse como candidata, Xiomara Castro Sarmiento, la esposa de Manuel Zelaya, quien mantuvo un destacado papel político frente al golpe.
Como coordinador general del Frente Nacional de Resistencia Popular de Honduras, Manuel Zelaya propuso este domingo crear el Frente Amplio de Resistencia Popular, una fuerza política democrática y revolucionaria.
Reunido con más de mil quinientos delegados en Tegucigalpa, Zelaya precisó que ese proyecto implica la unidad de todas las fuerzas del Frente de Resistencia, sin importar la diversidad de opiniones.
La importancia de ese proceso político, es que se está creando una nueva era en Honduras con todos, de manera pacífica y en resistencia.
El Frente Amplio de Resistencia Popular- según precisó el ex mandatario Manuel Zelaya- pretende construir un socialismo democrático al que denominó “liberalismo prosocialista”.
Esta nueva fuerza política estudiará su participación en la próximas elecciones del 2013, como un Frente Amplio o esperar un poco más para convertirse en un sólido partido desde las comunidades.
Es tarea fundamental del Frente Amplio de Resistencia Popular derrotar la burguesía que gobierna a ese país, y terminar con el secuestro de los poderes del estado en manos de esa élite adinerada.
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