Por Raciel Pérez Martínez
Foto Internet
En la historia reciente, España no había vivido un movimiento social tan intenso como lo es hoy, conocido por los “indignados” que tomaron las calles a partir del pasado 15 de mayo para protestar contra las injusticias sociales imperantes en ese país.
Esas protestas colectivas han sorprendido a la cúpula gobernante del estado español, que está utilizando todo tipo de medios para sofocarlas, incluyendo el agresivo accionar de la policía.
No existen apenas diferencias entre lo que está ocurriendo en varios países árabes, y en el caso de Libia hasta la invasión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y lo que sucede en España.
En sus seis semanas de protestas el pueblo español ha pasado de la espontaneidad a la organización, con importantes avances políticos con extensión hacia los barrios de las ciudades.
Por la forma de establecerse esta forma de “gobierno de masas” hace recordar a la Comuna de París, aunque con una perspectiva de supervivencia mucho mayor.
La multitudinaria marcha del pasado día 19 de junio que colmaron 60 ciudades españolas, demuestra que el pueblo está decidido por la vía pacífica establecer la verdadera democracia en el país ibérico, con oportunidades para todos.
Las consignas de los indignados son puramente anticapitalistas, algunas de ellas expresan "Europa para los ciudadanos y no para los mercados", “No somos marionetas en manos de políticos y banqueros”, “Democracia real ¡YA! No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”.
El Movimiento de indignados 15-M ,es un movimiento ciudadano que comenzó el 15 de mayo de 2011 con una serie de protestas en España, con la intención de promover una democracia más participativa alejada del bipartidismo y del dominio de bancos y corporaciones, así como la auténtica división de poderes y otras medidas democráticas.
Los indignados agrupan a desempleados, amas de casa, inmigrantes y ciudadanos en general, que se oponen al neoliberalismo como corriente capitalista destructora de España.
En la actualidad el movimiento está formado por diversas comisiones: Legal, Acción, Actividades, Barrios, Estatal e Internacional, Información, Infraestructuras, Lenguas de Signos y grupos de trabajo como Cultura, Educación, Política, Economía, Medio Ambiente, Trabajo Social, Feminismos, Ciencia y Tecnología, Diálogo entre Religiones, Migración y Movilidad, y Pensamiento.
El soporte filosófico del movimiento de los indignados que sacude a España está basado fundamentalmente en ideas de Stéfan Hessel, uno de los redactores de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948.
Hessel escribió el libro “¡Indignaos!” en el que plantea un alzamiento contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica.
Lo más interesante del Movimiento de los Indignados es que ya se desborda de España y nace con fuerza en otros países europeos, víctimas de los mismos males del capitalismo.
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