Hombres de gran fuerza y resistencia. Así describe la literatura científica a los sherpas, los habitantes de las inmediaciones del Himalaya, que suben y bajan las montañas más altas del mundo, muchas veces cargados de suministros o solo por acompañar a aventureros escaladores.
Los pobladores de esos sitios poseen cualidades excepcionales para desarrollar esas tareas, según un reciente estudio llevado a cabo por investigadores publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)
Se trata de una ruta metabólica que les permite a sus células fabricar energía de forma extremadamente eficiente, cuando hay poca presencia de oxígeno a causa de la altura.
Desde hace tiempo sabemos que los sherpas tienen menos glóbulos rojos y oxígeno en sangre que nosotros, explicó Andrew Murray, autor del artículo de la Universidad británica de Cambridge.
Sospechábamos que sus mitocondrias (las pequeñas baterías del interior de nuestras células) estaban 'programadas' para usar el oxígeno de forma más eficiente.
A cinco mil 500 metros de altura, la altitud en la que se encuentra el campamento base del Everest donde viven muchas de estas comunidades, la presión atmosférica es un 50 por ciento menor a la del nivel del mar. En su cumbre a casi ocho mil 900 metros, es apenas de un 30 por ciento, detallan.
Por eso se vuelve imposible para una persona no entrenada hacer ejercicio y es probable que aparezcan problemas de salud como la hipoxia, entre otras dolencias asociadas a la falta de oxigeno.
Para evitar esto, los montañeros suelen pasar un tiempo a los alrededores del Everest antes de subir a lo más alto. Tratan de facilitar que su cuerpo se prepare frente a esa escasez gracias a un proceso conocido como aclimatación, mecanismo natural que se activa para lograr el aumento de la producción de glóbulos rojos en sangre.
Pero el cuerpo de los sherpas, que viven allí desde hace nueve mil años, no funciona del mismo modo. Tienen menos eritrocitos y mayores niveles de óxido nítrico, que eleva el diámetro de los vasos sanguíneos.
EXPERIMENTOS
En la búsqueda de respuestas, los científicos hicieron experimentos con sus propios cuerpos. Descubrieron una serie de ventajas entre este grupo poblacional, como que sus mitocondrias son más eficientes a la hora de fabricar ATP, una molécula que suministra energía a las células, y comprobaron además que estas capacidades no cambian con el tiempo. Los sherpas nacen con ello, aseguran.
Sin embargo, la elevada altitud sí cambió el cuerpo de los científicos. No alcanzaron su eficiencia energética y además sufrieron dos efectos adversos más: cayó el nivel de fosfocreatina, una reserva energética de los músculos, así como el de radicales libres, moléculas creadas en momentos de escasez de oxígeno y que pueden producir daños en las células.
¿A qué se deben estas diferencias? se preguntan los científicos. Los sherpas han vivido allí desde hace miles de años (los primeros llegaron hace 30 mil o 20 mil años), así que no sorprende que se hayan adaptado para usar el oxígeno y obtener energía de forma más eficiente, destacó Murray. La gente que no vive a tanta altura se adapta hasta cierto punto. Pero no pueden igualar su eficiencia, subrayó.
Los andinos, otros grandes escaladores
Además de los sherpas, ya se conocía de la mayor capacidad de resistencia a la hipoxia que otras poblaciones residentes también en elevadas altitudes, las del Altiplano andino
A juicio de especialistas, en comparación con los andinos, las poblaciones del Himalaya no incrementan la ventilación pulmonar ni aumenta su presión arterial pulmonar cuando hacen esfuerzo físico.
Esto es indicativo de su mayor capacidad de difusión pulmonar-arterial, que se confirma con una mayor cantidad de oxígeno saturado en la sangre arterial (hay más oxígeno en sangre), pese a disponer de menores niveles de hemoglobina porque tienen menos glóbulos rojos en sangre.
Por último, madres sherpas y tibetanas dan a luz a bebés de peso medio elevado, y no bebés más pequeños y ligeros, como ocurre entre los andinos. Los bebés tampoco padecen hipertensión pulmonar.
Estas dos cosas demuestran que la difusión del oxígeno uterino es más eficaz entre los tibetanos durante la gestación.
Una posible explicación de estas diferencias es la siguiente: las poblaciones andinas llevan la mitad de tiempo (unos 13 mil años) viviendo en una zona de elevada altitud. Las del Himalaya llevan al menos 20 mil años haciéndolo. Por eso, los sherpas han tenido más tiempo generacional para adaptarse a la hipoxia, concluyeron.
Por Ana Laura Arbesú , jefa de la redacción de Ciencia y técnica de Prensa Latina
Se trata de una ruta metabólica que les permite a sus células fabricar energía de forma extremadamente eficiente, cuando hay poca presencia de oxígeno a causa de la altura.
Desde hace tiempo sabemos que los sherpas tienen menos glóbulos rojos y oxígeno en sangre que nosotros, explicó Andrew Murray, autor del artículo de la Universidad británica de Cambridge.
Sospechábamos que sus mitocondrias (las pequeñas baterías del interior de nuestras células) estaban 'programadas' para usar el oxígeno de forma más eficiente.
A cinco mil 500 metros de altura, la altitud en la que se encuentra el campamento base del Everest donde viven muchas de estas comunidades, la presión atmosférica es un 50 por ciento menor a la del nivel del mar. En su cumbre a casi ocho mil 900 metros, es apenas de un 30 por ciento, detallan.
Por eso se vuelve imposible para una persona no entrenada hacer ejercicio y es probable que aparezcan problemas de salud como la hipoxia, entre otras dolencias asociadas a la falta de oxigeno.
Para evitar esto, los montañeros suelen pasar un tiempo a los alrededores del Everest antes de subir a lo más alto. Tratan de facilitar que su cuerpo se prepare frente a esa escasez gracias a un proceso conocido como aclimatación, mecanismo natural que se activa para lograr el aumento de la producción de glóbulos rojos en sangre.
Pero el cuerpo de los sherpas, que viven allí desde hace nueve mil años, no funciona del mismo modo. Tienen menos eritrocitos y mayores niveles de óxido nítrico, que eleva el diámetro de los vasos sanguíneos.
EXPERIMENTOS
En la búsqueda de respuestas, los científicos hicieron experimentos con sus propios cuerpos. Descubrieron una serie de ventajas entre este grupo poblacional, como que sus mitocondrias son más eficientes a la hora de fabricar ATP, una molécula que suministra energía a las células, y comprobaron además que estas capacidades no cambian con el tiempo. Los sherpas nacen con ello, aseguran.
Sin embargo, la elevada altitud sí cambió el cuerpo de los científicos. No alcanzaron su eficiencia energética y además sufrieron dos efectos adversos más: cayó el nivel de fosfocreatina, una reserva energética de los músculos, así como el de radicales libres, moléculas creadas en momentos de escasez de oxígeno y que pueden producir daños en las células.
¿A qué se deben estas diferencias? se preguntan los científicos. Los sherpas han vivido allí desde hace miles de años (los primeros llegaron hace 30 mil o 20 mil años), así que no sorprende que se hayan adaptado para usar el oxígeno y obtener energía de forma más eficiente, destacó Murray. La gente que no vive a tanta altura se adapta hasta cierto punto. Pero no pueden igualar su eficiencia, subrayó.
Los andinos, otros grandes escaladores
Además de los sherpas, ya se conocía de la mayor capacidad de resistencia a la hipoxia que otras poblaciones residentes también en elevadas altitudes, las del Altiplano andino
A juicio de especialistas, en comparación con los andinos, las poblaciones del Himalaya no incrementan la ventilación pulmonar ni aumenta su presión arterial pulmonar cuando hacen esfuerzo físico.
Esto es indicativo de su mayor capacidad de difusión pulmonar-arterial, que se confirma con una mayor cantidad de oxígeno saturado en la sangre arterial (hay más oxígeno en sangre), pese a disponer de menores niveles de hemoglobina porque tienen menos glóbulos rojos en sangre.
Por último, madres sherpas y tibetanas dan a luz a bebés de peso medio elevado, y no bebés más pequeños y ligeros, como ocurre entre los andinos. Los bebés tampoco padecen hipertensión pulmonar.
Estas dos cosas demuestran que la difusión del oxígeno uterino es más eficaz entre los tibetanos durante la gestación.
Una posible explicación de estas diferencias es la siguiente: las poblaciones andinas llevan la mitad de tiempo (unos 13 mil años) viviendo en una zona de elevada altitud. Las del Himalaya llevan al menos 20 mil años haciéndolo. Por eso, los sherpas han tenido más tiempo generacional para adaptarse a la hipoxia, concluyeron.
Por Ana Laura Arbesú , jefa de la redacción de Ciencia y técnica de Prensa Latina
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