UN HAMBRE IRRACIONAL

Por Raciel Pérez Martínez

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Varias regiones del mundo están sufriendo una crisis alimentaria sin precedente, destacándose sobre todo el llamado Cuerno Africano donde 12 millones de personas pueden perecer en los próximos meses.

Lo peor de todo es que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación FAO, ha señalado que este año 2011 el aumento del precio de los alimentos llegará a records históricos.

De hecho, en los ocho meses del actual año el aumento a nivel mundial de los precios del maíz, trigo, soya, azúcar, lácteos, carne y pescado ha alcanzado más del 35 por ciento. Cifra récord en más de 20 años.

Entre las causas de esta crisis mundial están: la especulación financiera: al ser incorporados los alimentos a Fondos de Inversiones y comercializarse en mercados de acciones especulativas junto con divisas o los hidrocarburos.

También contribuye a la elevación del precio de la canasta básica la concentración de la tierra por grandes trasnacionales que dirigen la siembra de cultivos dirigidos la producción de 'biocombustibles.

Otro elemento que impacta en el valor de los productos agrícolas y es el uso de semillas transgénicas para buscar elevados volúmenes productivos, desencadenando las deforestaciones de grandes extensiones de selvas tropicales en Asia y América Latina.

El proteccionismo agrícola estadounidense como del Viejo Continente eliminó toda la competencia de los productores de casi todos los países de Asia, África y América Latina, que ahora son importadores netos de alimento.

Cifras actualizadas precisan que ya suman mil 600 millones de personas las que están hambrientas y de ellas el 60 por ciento son mujeres.

Sin embargo, esa hambre es provocada por una irracional distribución existente en el planeta, debido a políticas económicas que buscan obtener más y más ganancia sin importar que mueran diariamente miles de niños y adultos por falta de un poco de comida.

Estudios bien fundamentados demuestran que en la actualidad en el planeta se produce alimento para sostener 12 mil millones de personas, es decir para cinco mil millones más que las existente.

Es ampliamente conocido que las trasnacionales de los alimentos destruyen cada año decenas de miles de toneladas de productos agrícolas, leches y otros, con el único afán de mantener elevados precios.

Por eso, la actual crisis alimentaria en el Cuerno Africano y otras regiones no debían existir si viviéramos en un mundo civilizado.