lunes, 30 de mayo de 2011

MANUEL ZELAYA:LA ESPERANZA DE UNA NUEVA HONDURAS.

 
Por Raciel Pérez Martínez
Foto INTERNET

Ya el expresidente Manuel Zelaya está en Honduras. El pueblo lo recibió como su máximo líder y a partir de ahora el combate político de las masas se intensificará.

Zelaya expulsado del país a punta de fusil y en piyama hace 23 meses, fue respaldado por las masas desposeídas hondureñas que no dejaron ni un minuto de batallar en las calles por su retorno.

Miles de personas le dieron la bienvenida en el aeropuerto internacional de Tegucigalpa, y allí Zelaya en un patriótico discurso ratificó que se mantendrá en la política al frente de las fuerzas de izquierda de la nación centroamericana.

Para intentar retornar a la silla presidencial en el 2013, y continuar con su programa económico, político y social truncado por los militares golpista y la oligarquía, Zelaya tiene entre sus planes crear un nuevo partido político: Frente Nacional de Resistencia Popular.

Es necesario primero, que se celebre una Constituyente que de origen a una nueva constitución, a una refundación de la nación hondureña, y que incluya la posibilidad de que un expresidente pueda nuevamente postularse, algo prohibido en la actualidad.

El tema de la reforma fue incluido en el acuerdo firmado con Lobo, aunque no resultará fácil instrumentarlo, pues es necesario convocar a un plebiscito, cuyo procedimiento es complejo.

Si fracasa la reforma, el Frente Nacional de Resistencia Popular pretende registrar como candidata presidencial a la esposa de Zelaya, Xiomara Castro, de 51 años.

Zelaya al arribar a Honduras el pasado fin de semana pidió que la labor del presidente Lobo en pos de la reconciliación sea reconocida internacionalmente, admitiendo de nuevo a Honduras en la Organización de los Estados Americanos (OEA).

El golpe militar de la oligarquía hondureña y de sus padrinos internacionales se convirtió en una gran derrota de esas poderosas fuerzas, que no contaron con la reacción del pueblo hondureño.

Intentaron los retrógradas cortar de un golpe el desarrollo progresista del gobierno de Manuel Zelaya, sin embargo esa acción tantas veces aplicadas en América Latina, ya no dio resultados para ellos.

Se convirtió el golpe militar en un catalizador de las fuerzas progresistas de Honduras, que despertaron con extraordinario poder de organización y acción que ya nadie puede parar. El futuro de Honduras, con Manuel Zelaya como guía de las masas, es muy prometedor.

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