Por Raciel Pérez Martínez
Foto INTERNET
La escasez de alimento es uno de los más graves problemas que enfrentará la especie humana en los próximos años, debido a múltiples factores como el deterioro ambiental, el aumento demográfico y la especulación comercial.
Aunque ya más de mil millones de habitantes no cubren cada día sus necesidades vitales de comida, la máxima crisis está por venir, y se manifestará en una primera etapa con el incremento desmedido del valor de los productos, sobre todo de la canasta básica.
Analistas de la producción mundial de alimentos pronostican que en solo 20 años se duplicará el precio de renglones básicos para la dieta humana, y como adelanto lo demuestra el comienzo de este año con subidas históricas.
Para dentro de cuatro décadas la población mundial crecerá un tercio más que la actual, es decir se elevará hasta los nueve mil millones de habitantes, con un menor ritmo de incremento productivo de las plantaciones.
Hoy estamos en presencia de gran cantidad de fenómenos naturales que destruyen enormes áreas dedicadas al cultivo, como las intensas lluvias en Australia que literalmente barrió extensas plantaciones de caña de azúcar y de trigo dedicadas a la exportación mundial.
Un gran exportador mundial de trigo como lo es Rusia, tuvo que detener la venta de ese grano al extranjero debido a largas sequías y a enormes incendios que devoraron decenas de miles de hectáreas del cereal.
Canadá otro tradicional exportador de trigo vio diezmado sus trigales debido a grandes inundaciones, también Estados Unidos anunció disminución en sus cosechas.
En todas las regiones del planeta se reportan calamidades en cosechas como en la India sobre todo en especias, en Centroamérica la falta de lluvia ha perjudicado los cultivos de frijoles que es parte de la dieta básica de la población en esa zona.
Todas estas situaciones y otras, han disparado los precios de algunos renglones hasta el triple del existente hasta hace muy poco, lo que pone en aprieto a la inmensa mayoría del pueblo que no tiene más remedio que acostarse con hambre.
Junto a esa situación existen las especulaciones comerciales que ven a estos productos de primera necesidad como valores y acciones, lo que contribuye a empujar los precios hacia arriba.
El precio del petróleo en algunos mercados alcanzó recientemente hasta 125 dólares el barril, el nivel más alto en casi tres años debido a revueltas populares en países petroleros del norte de África, lo que incide en los costos.
También está el constante crecimiento en el consumo de hidrocarburo en las economías emergentes como China, India, y Brasil, entre otras.
Otra arista del problema es el uso de alimentos para la obtención de biocombustibles, para saciar la sed de los autos a expensa de incrementar el hambre en millones de personas.
El gravísimo problema que tendrá por delante la humanidad como lo es el hambre masiva, solo podrá solucionarse con políticas mundiales que sitúen al hombre como especie en el centro de sus preocupaciones.
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