domingo, 29 de diciembre de 2019

El ADN permitió concluir que somos oriundos del norte de Botsuana


Una investigación muestra que la primera población de humanos modernos (Homo sapiens sapiens) surgió hace 200 000 años en una zona que incluye zonas de tres países del sur de África.

origen del hombre moderno
foto; The Conversation

¿Dónde está el lugar de origen de los humanos modernos? El Gran Valle del Rift de África Oriental ha sido durante mucho tiempo el candidato favorito. Hasta hoy.
Una nueva investigación dirigida por Vanessa Hayes, profesora del Instituto Garvan de Investigación Médica y de la Universidad de Sydney, ha utilizado el ADN para rastrear los primeros pasos de la humanidad hacia un humedal prehistórico llamado Makgadikgadi-Okavango, al sur del gran río Zambeze.
El análisis, publicado en la revista Nature, muestra que la primera población de humanos modernos (Homo sapiens sapiens) surgió hace 200 000 años en una zona que incluye zonas de las actuales Botsuana, Namibia y Zimbabwe.
Hoy en día es una tierra seca y polvorienta con salinas dispersas, y es difícil creer que los humanos modernos vivieran y prosperaran en estos humedales durante 70 000 años antes de que nuestros antepasados comenzaran a explorar el resto de África y, en última instancia, el mundo.
En esta región se ha localizado y estudiado el ADN mitocondrial, conocido como el “mitogenoma”. A diferencia del ADN nuclear, que es transmitido tanto por la madre como por el padre, el ADN mitocondrial es transmitido solo por la madre, lo que significa que no está mezclado en cada generación.
Si se piensa que todos los humanos modernos ocupan un lugar particular en un enorme árbol genealógico, lógicamente se debería encontrar los más diversos mitogenomas en la base del árbol, porque es la fuente última de todas las ramas.
Ya se sabe que los datos genéticos apuntan al sur de África como la cuna de la humanidad (a diferencia de la evidencia fósil, la mayor parte de la cual se ha encontrado en África Oriental). Pero se perfiló aún más la búsqueda para determinar el lugar exacto donde los humanos evolucionaron por primera vez.
foto: The Conversation
Para ello, se dirgió la atención a unas comunidades (o tribus) conocidas como los khoisán (KhoeSan). Estas personas tienen los mitogenomas más diversos de todos los habitantes de la Tierra, lo que sugiere que su ADN se parece mucho al de nuestros antepasados comunes. Si todos nos sentamos en las ramas del árbol genealógico humano, entonces khoisán es el tronco del árbol.
El pueblo khoisán emplea lenguas basadas en chasquidos o clics. Desde el punto de vista cultural es un buscador, con grupos de San que siguen practicando las antiguas formas de vida: la caza y la recolección para la subsistencia.
Los miembros del equipo de investigación pasaron una década trabajando con las comunidades khoisán, así como con personas de otras etnias y grupos lingüísticos en Namibia y Sudáfrica.
Al generar datos de mitogenoma para alrededor de 200 subramas raras o recién descubiertas de los linajes khoisán, y fusionarlos con todos los datos disponibles, se puede lograr un acercamiento a la base de nuestro árbol evolutivo.
Ahora está claro que nuestros ancestros deben haberse dispersado desde una región al sur del río Zambeze. Esto concuerda con los datos geográficos, arqueológicos y climáticos, incluido el hecho de que esta zona habría sido un humedal fértil en el momento en que surgieron los primeros humanos modernos.
Paisaje fértil
La evidencia geológica sugiere que en ese momento el lago prehistórico Makgadikgadi, que había dominado la región durante millones de años, había comenzado a romperse con el desplazamiento de la tierra. Esto habría creado una vasta región de humedales, ideal para mantener la vida.
Siendo tan ideal, ¿por qué nuestros antepasados comenzaron a explorar otros lugares entre 130 000 y 110 000 años atrás, primero hacia el noreste y luego hacia el suroeste desde su hogar ancestral?
Los datos climáticos sugieren que en esa época la región experimentó una enorme sequía y que, hace unos 130 000 años, la humedad aumentó al noreste de la zona, lo que hizo que los humanos se movieran en esa dirección.
Después, hace 110 000 años, sucedió lo mismo con el suroeste. Se sospecha que esto creó paisajes de abundante vegetación que hicieron que nuestros antepasados abandonaran su lugar de origen, muy probablemente siguiendo a los animales de caza que también se estaban desarrollando en nuevas regiones.
Es más, los datos genéticos obtenidos sugieren que los migrantes del sur habitaron toda la costa sur de África, con múltiples subpoblaciones y un enorme crecimiento demográfico. Los hallazgos arqueológicos de las cuevas de Blombos, en Sudáfrica, han demostrado que esta región es rica en pruebas de comportamiento cognitivo humano desde hace ya 100 000 años.
Una vez más, sorprendió lo bien que se podía hacer coincidir los datos de la línea de tiempo, cruzando disciplinas diferentes pero complementarias que históricamente no han funcionado juntas. Esto también permitió seguir especulando sobre el éxito de los migrantes del sur, que se atribuye a la adaptación de sus habilidades a la abundancia de vida en los océanos.
grupo khoisán
foto: pinterest.es
Estos primeros exploradores dejaron atrás su tierra natal, que aún permanece dentro de las tierras ancestrales, habiéndose adaptado a un paisaje mucho más seco. Fue placentero pasar la última década con los últimos descendientes del origen de la humanidad, incluyendo al pueblo Ju/‘hoansi del Kalahari, en Namibia.
Los Ju/’hoansi, que todavía practican su estilo de vida tradicional, se entusiasmaron con los hallazgos. Consideran que el estudio recoge una historia que solo se ha contado durante generaciones a través del boca a boca.
Esta no es solo su historia, también la nuestra.
(Con información de The Conversation) Bohemia

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