viernes, 23 de septiembre de 2011

HOY VICTORIA POLÍTICA DE LOS PALESTINOS EN LA ONU


                                        

Por Raciel Pérez Martínez

Hoy viernes en la Asamblea General de Organización de Naciones Unidas los palestinos librarán importantísima batalla política en la que obligarán a los países definirse a favor o en contra de la existencia de un estado palestino.

Hasta antes de la decisión de la Autoridad Nacional Palestina de llevar su decisión de constituirse en el estado 194 de la ONU, la inmensa mayoría de los países manifestaban su interés por la existencia de una nación palestina con todos los derechos internacionales.

Pero llegado el día de hoy, varias naciones sobre todo europeas se quitaron el disfraz con los palestinos, y anunciaron su voto en contra, alineándose con otro que ya hace varios días anunció su postura negativa, Estados Unidos.

Ante la existencia de de este largo conflicto israelí-palestino siempre es oportuno volver por el camino de su historia. Judíos y palestinos son dos pueblos milenarios asentados en una tierra sagrada para buena parte de la humanidad.

Ese territorio conocido como la Palestina está situado en el extremo oriental del mar Mediterráneo, que limita al norte con Líbano, al noreste con Siria, al este con Jordania y al sureste con Egipto.

La mayor parte de ese territorio hasta el 1917 estaba bajo el control del Imperio otomano y comprendía las actuales Jordania, Israel, Gaza y Cisjordania.

La derrota otomana en la Primera Guerra Mundial originó que la Sociedad de Naciones (antecesora de la ONU) dispusiera en 1920 que fuese Londres la nueva metrópolis encargada del Mandato Británico de Palestina.

Terminada la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) la recién estrenada ONU determinó que el Mandato Británico sobre Palestina expirara el 15 de mayo de 1948, luego de aprobar un año antes el Plan de Partición de Palestina, que proponía la división del territorio en dos Estados, uno árabe y otro judío.

El Plan de Partición de Palestina, a los judíos, con cerca de 30 por ciento de la población, se le adjudicó la mayor parte del territorio, 55 por ciento y a los árabes, con 67 por ciento de población, se les asignó el 45 por ciento restante, algo injusto, rechazado por los palestinos.

El jueves 14 de mayo de 1948, adelantándose unas horas al viernes 15, cuando concluía la administración colonial inglesa sobre Palestina, el líder y primer ministro israelí David Ben Gurión, nacido en Polonia, proclamó en la ciudad de Tel Aviv el Estado de Israel.

Así nacía el estado judío con una extensión de 20 mil 700 kilómetros cuadrados de desiertos en el sur y montañas en el norte, y una zona costera sobre el Mediterráneo de unos 263 kilómetros. También se quedó Israel con una pequeña salida de 10 kilómetros al Golfo de Eilat, en el mar Rojo.

A los palestinos solo les quedó Cisjordania con una extensión de 5 mil 640 kilómetros cuadrados de superficie terrestre 220 kilómetros cuadrados del mar Muerto) y la Franja de Gaza con 360 kilómetros cuadrados. Como se puede apreciar los israelíes se adjudicaron cuatro veces más territorio.

Respecto de la Ciudad Vieja o Ciudad Santa de Jerusalén (así la consideran las tres grandes religiones monoteístas: los cristianos, los judíos y también los musulmanes), su disputa es uno de los graves temas aún sin resolver.

Si bien la resolución 303 de la ONU, del 29 de diciembre de 1949, consideró que “la ciudad de Jerusalén se establecerá como un un cuerpo separado bajo un régimen internacional especial y será administrada por las Naciones Unidas”, la guerra que estalló inmediatamente entre árabes e israelíes tras la proclamación de su Estado invalidó dicha resolución.

En 1950, luego del armisticio, Israel proclamó a la parte Oeste de Jerusalén como la capital de su nuevo Estado, ya que el sector Este quedó provisionalmente en manos de Jordania.

Pero en junio de 1967, como resultado de otro choque entre Israel y sus vecinos árabes, la guerra de los Seis Días, Israel conquistó también la parte Este y la anexó de hecho.

En julio de 1980, mediante la Ley de Jerusalén, el Estado israelí incorporó en su legislación nacional las dos partes de Jerusalén como un solo municipio, proclamándola su “capital eterna e indivisible”.

Los palestinos siguen reclamando como propia la parte Este de Jerusalén, donde el gobierno palestino de la Autoridad Nacional Palestina, aspira fundar la capital de su nuevo Estado.

La Autoridad Nacional Palestina fue creada en 1993 por el líder histórico de los palestinos, Yaser Arafat, en el marco de los acuerdos de paz de Oslo, firmados ese año entre Arafat y el primer ministro israelí Isaac Rabin, quien sería asesinado dos años más tarde por un joven israelí de la derecha ultranacionalista.

Impedida de hacerlo en Jerusalén, la Autoridad Nacional Palestina funciona en la ciudad de Ramala, próxima a la Ciudad Vieja y a Gaza, una pequeñísima franja de territorio sobre el Mediterráneo, que Israel también ocupó en la guerra de los Seis Días pero que desocupó en 2005 a instancias del entonces primer ministro Ariel Sharon.

En la práctica la superficie correspondiente a los palestinos funciona como un territorio ocupado por Israel, que llena de manera ilegal también de colonias judías, con ataques indiscriminados contra la población y viola el derecho internacional.

Hoy viernes, el gran deseo del pueblo palestino de tener una patria reconocida por la inmensa mayoría de los países, se va a materializar, solo que el antidemocrático sistema de la ONU permite que una nación o un pequeño número de ellas eche por tierra su reconocimiento por ese organismo mundial.

Por encima de todas campañas políticas y mediáticas, agresiones israelíes y conspiraciones en su contra, el pueblo palestino demostrará este viernes que va a seguir luchando hasta conseguir ser reconocido como Estado por la ONU.

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