Por Raciel Pérez Martínez
Foto Internet
Miles de “indignados” estadounidenses mantienen cercado a Wall Street estrecha calle neoyorquina situada en el bajo Manhattan , entre Broadway y el East River.
El propósito de los irritados no es la calle en sí misma sino que allí radica el corazón histórico del distrito financiero, y es el principal y permanente hogar de la Bolsa de Valores de Nueva York.
El término es usado para hacer referencia tanto al mercado financiero estadounidense como a instituciones financieras internacionales.
Todos conocemos que la crisis financiera mundial, que después se tornó en económica, se originó precisamente en Estados Unidos, y particularmente en Wall Street.
Por eso, las protestas populares en Nueva York se concentran en esa simbólica zona, donde cientos de persona vinculadas al gran capital deciden los destinos de los pobres de una importante parte del planeta.
Como era de esperar la llamada gran prensa capitalista no se ha hecho mucho eco de esas manifestaciones, que han sido duramente reprimidas por la policía, y que supera en los últimos días a más de 700 arrestados.
Pero esas masivas protestas contra el gran capital, no es solo patrimonio de Nueva York, sino también de Boston, Chicago y San Francisco, y Los Ángeles, Seatle con tendencia a generalizarse en todo el país norteño.
Los indignados estadounidenses son una alianza de grupos civiles organizadora de la concentración, que protesta contra la avaricia de las corporaciones, para que los bancos detengan las ejecuciones hipotecarias y disminuya el alto desempleo.
En Nueva York, miles de indignados marchan con pancartas con mensajes como “los banqueros son todos nazis”, “las personas antes que los dólares” y “la policía protege a los multimillonarios de Wall Street”.
Los manifestantes del denominado movimiento “Ocupar Wall Street”en las últimas horas caminaron desde la céntrica plaza Liberty hasta el cuartel general de la policía de Nueva York, para rechazar el uso de gas pimienta que utilizaron los agentes para reprimir a los activistas el pasado sábado.
La segunda semana consecutiva de protestas concluyó con una marcha solidaria secundada por varios miles de personas, entre ellas, representantes y miembros del Sindicato de Transportistas y de la Unión Federal de Profesores.
El accionar del pueblo estadounidense contra las condiciones de vida cada vez más difíciles, no es nuevo con los indignados de Nueva York.
Recordemos que hace solo unos meses en Wisconsin decena de miles de empleados públicos tomaron el ayuntamiento de la ciudad de Meidison, y levantaron una ola de protesta que repercutió en varios estados de la unión.
Las actuales protestas perennes en Nueva York están encendiendo la chispa de todos los indignados en Estados Unidos y puede tener gran repercusión en los próximos meses.
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