miércoles, 9 de mayo de 2012

LIBIA, TODAVÍA UN PAÍS EN GUERRA.

Por Raciel Pérez Martínez
Foto INTERNET

Después que fue asesinado Muamar el Gadafi por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), técnicamente fue declarado el fin de la invasión a Libia y el cese de las hostilidades, sin embargo eso solo fue en el papel pues la paz está muy lejos de llegar a esa exfloreciente nación árabe.

El gobierno interino, el Consejo Nacional de Transición, se muestra incapaz de dominar y poner orden en la amplia geografía de Libia, y mucho menos atender las demandas básicas de la población.

Mucha arma, financiada por las potencias occidentales, entró a suelo libio, para ser usada contra el gobierno de Gadafi, ahora esas mismas armas están fuera de control y constituyen una seria amenaza para la nueva administración.

Se ha convertido en algo “normal” en Libia la sucesión de combates que se originan en ciudades y pueblos entre facciones sin desmovilizarse y tropas del gobierno, e incluso entre los propios grupos armados, y también entre tribus.

Tal es el caos imperante que algunos especialistas en política internacional vaticinan que Libia está a las puertas de convertirse en otra Somalia, donde no hay gobierno central y el país está dividido en parcelas políticas.

Las milicias armadas y los jefes tribales imponen su propia ley en diferentes zonas del país, y ha sido reiterativa la limpieza étnica y violación de los derechos humanos.

En la localidad sureña de Kufra se produjeron más de cien asesinatos en enfrentamientos de tribus en febrero. Hace dos semanas hubo nuevos brotes de violencia en Kufra con un saldo de diez muertos.

Un barrio habitado por vecinos de la tribu negra de los tabus fue atacado por milicias árabes con ametralladoras, y en la ciudad de Sabha murieron en marzo último más de 150 personas por la violencia de grupos armados.

Por eso no es de extrañar que en las últimas horas en Trípoli, la capital Libia, se estaban registrando fuertes combates cerca de la sede del Primer Ministro, Abdel-Rahim al-Kib. Según informaciones, por lo menos diez camionetas armadas con cañones antiaéreos rodeaban el edificio.

Lo que sí fluye en Libia sin grandes problemas es la extracción de petróleo, cercano ya a los 1,6 millones de barriles diarios que generaba antes del conflicto. Lo que demuestra que el objetivo central de la invasión a Libia era el petróleo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario