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El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, desde que ganó las elecciones en el 2008, se convirtió en una dolorosa piedra en el zapato de los terratenientes y otras fuerzas oligárquicas que históricamente gobernaron en el país sudamericano.
Que un Jefe de Estado se preocupe por los pobres, que son inmensa mayoría en la nación paraguaya preocupa a los conservadores derechistas, temerosos de perder la tradicional manera de enriquecerse explotando a los humildes.
Y no es casual que desde que llegó a la presidencia comenzó una sorda guerra contra el mandatario Fernando Lugo, que incluyó campañas de desprestigio en el plano personal.
Como ha pasado con el presidente Hugo Chávez, la oposición conformada por fuerzas conservadoras se alegró del cáncer de Lugo, pero éste se repuso y no quedó más remedio a los retrógrados que inventar un nuevo plan para deshacerse del progresista mandatario, ex_sacerdote.
En las últimas horas corrió la noticia de que Fernando Lugo sería sometido a juicio político por haber incumplido con sus obligaciones como presidente, sobre todo achacándole la responsabilidad del enfrentamiento en el que murieron 11 campesinos y 6 policías.
Lugo podía tomar la decisión de renunciar a la presidencia, pero optó por el juicio y acatar las decisiones que se deriven, aunque argumenta que como presidente no tuvo nada que ver con el enfrentamiento entre campesinos que habían tomado por la fuerza una finca y fuerzas del orden.
Este nuevo episodio contra un Presidente de Latinoamérica se registra 3 años después de que se llevara a cabo un Golpe de Estado en Honduras, donde la oposición y parte de las Fuerzas Armadas de ese país derrocaron al expresidente Manuel Zelaya, también de izquierda.
Ante este acontecimiento político en Paraguay, los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), expresaron este jueves su rechazo unánime al juicio político que la derecha paraguaya busca contra el presidente democráticamente electo de ese país, Fernando Lugo.
A través de un comunicado, el bloque del ALBA asegura que el supuesto juicio no es más que una maniobra política, y busca “la destitución del Presidente Lugo, y la instalación de un Gobierno ilegítimo” que haga retroceder al país.
Los países integrantes del ALBA hacen un llamado al pueblo paraguayo a defender la democracia, reiterándoles que cuentan con el apoyo de América Latina y el Caribe.
El primero en reaccionar ante las burdas maniobras de las fuerzas conservadoras contra Fernando Lugo fue el pueblo paraguayo, que en masa inundó los alrededores del edificio donde sesiona el Parlamento Nacional.
Nuevamente un país hermano de Nuestra América corre el grave peligro de caer en manos de la clase oligárquica, que hace todos los esfuerzos posibles por mantener sus privilegios de clase explotadora.
Pero el pueblo paraguayo es el que tiene en sus manos el presente y el futuro de su patria.
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