viernes, 8 de junio de 2012

IDEARIO INDEPENDENTISTA DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE PRESENTE EN ASAMBLEA GENERAL DE LA OEA




Por Raciel Pérez Martínez

El Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca (TIAR) instituido en 1947 con la finalidad de responder a supuestas agresiones de potencias extracontinentales, demostró en la práctica que solo se concibió contra la ex Unión Soviética y China.

Hace exactamente 30 años el Reino Unido agredió a Argentina en respuesta a su reivindicación legítima de la soberanía de las Islas Malvinas, Sándwich del Sur y Georgias del Sur, ocasión en que Estados Unidos, integrante del Tratado, apoyó la agresión.

Hoy cuando se fortalece la independencia real de las naciones latinoamericanas y caribeñas, es más fácil liberarse de ataduras imperiales.

Por eso  cuatro países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) decidieron romper con el Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca, porque es inoperante en la actualidad.

Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, dieron a conocer su decisión de renunciar al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) , durante una rueda de prensa en el marco de la 42 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Cochabamba (centro de Bolivia).

Los integrantes del ALBA presentes en esa reunión reclamaron una Organización de Estados Americanos que sirva a los pueblos y no a intereses hegemónicos, que se convierta en una defensora y propulsora de los derechos humanos de nuestros pueblos.

Mientras la retrógrada OEA se reunía en Cochabamba, el presidente Evo Morales inauguraba también en esa ciudad una Cumbre Social, con la asistencia de más de dos mil representantes de organizaciones sociales de decenas de países de la región.

En esa verdadera reunión popular se debatieron temas de seguridad y soberanía alimentaria, cambio climático, seguridad ciudadana, integración de los pueblos y la profundización de la democracia en el continente.

También apoyaron el reclamo de Argentina sobre las Islas Malvinas, ocupadas por el Reino Unido, y la demanda de una salida marítima de Bolivia a Chile, que data de 1879, cuando una invasión chilena sin previo aviso cercenó al país altiplánico su litoral de 400 kilómetros y 120 mil kilómetros cuadrados de territorios.

Igualmente la Cumbre Social en Bolivia trató el pedido de despenalización del tradicional masticado de la hoja de coca por los pueblos andinos.

En los debates de la organización continental los presidentes Evo Morales y Rafael Correa no anduvieron con rodeos, y dijeron por lo claro que la OEA se trasformaba para el bien de los pueblos, o se hundía junto al imperio.

Al finalizar el pasado martes en Bolivia la Asamblea General de la OEA número 42, quedó demostrado que en el continente americano soplan con fuerza vientos que arrasan con las viejas ataduras coloniales.


 

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