Por Raciel Pérez Martínez
Foto INTERNET
El Reino Unido en 1832 sacó por la fuerza a los habitantes argentinos que poblaban las Islas Malvinas y desde esa fecha comenzó a llevar a ese territorio ciudadanos de ese multinacional estado europeo.
Desde el mismo día del desalojo de los argentinos de ese archipiélago pegado a la parte continental de la Argentina, hasta la fecha los sucesivos gobiernos del país gaucho han reclamado con insistencia la soberanía de esas islas.
En las Malvinas e ínsulas vecinas ocurrió una transculturación forzosa, al sacar de raíz al nativo argentino y sembrar a la fuerza personas que por su origen europeo, costumbres, idioma y tradiciones no tienen nada que ver con el entorno de esas islas colonizadas.
La actual presidenta argentina Cristina Fernández es una ferviente defensora de que Las Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur son parte indivisible del territorio de Argentina.
Precisamente la mandataria Cristina Fernández viajará próximamente a Nueva York, para representar a su país en la sesión por Malvinas del Comité de descolonización de la Organización de Naciones Unidas.
Hasta ahora el gobierno del Reino Unido, que integran Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte, no ha reaccionado a las reiteradas demandas de Buenos Aires de sentarse a la mesa de negociaciones.
Ahora Londres trata de hacer una jugada política para quitarse de encima su carácter colonizador en Las Malvinas, convocando un referendo para el primer semestre del próximo año, en el que los ciudadanos de esas islas decidirán si desean ser argentinos o británicos.
Recordemos que el 99 por ciento de las tres mil personas radicadas en Las Malvinas son británicas, al ser sacados por la fuerza a los argentinos que eran los únicos habitantes de esas islas, por lo que el referendo es de puro trámite, y Buenos Aires no le ha dado importancia.
Desde 1965, la Organización de Naciones Unidas (ONU) considera a las Malvinas como un enclave colonial en territorio argentino, y la disputa de soberanía fue motivo de guerra entre ambos países en 1982, dejando un saldo total de 649 militares argentinos muertos, 255 británicos y tres civiles isleños.
Toda América Latina y El Caribe ha cerrado fila junto a Argentina en su justo reclamo de esa parte de su territorio nacional que son las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, pues ese enclave colonial es un puñal en el corazón de Nuestra América.
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