martes, 11 de diciembre de 2012

EL INTERNACIONAL TEATRO ANDANTE DE LA PROVINCIA CUBANA DE GRANMA



Cual versión de un Quijote “a lo cubano”, se les puede encontrar en cualquier sitio; a cielo abierto, en un teatro, bajo un árbol frondoso en la montaña, en una plaza o escuela, o sencillamente en uno de los tramos que componen el paseo bayamés.

Sus personajes, sacados de la idiosincrasia que distingue a la Isla caribeña, también pasan la mayor parte del año como el Quijote y su fiel amigo Sancho Panza, recorriendo senderos sin temor a posibles molinos de viento.

Y es que, dispuestos a salir de entre bambalinas, un grupo de jóvenes guiados por un “profe soñador”, decidieron hace ya dos décadas, llevar su arte a nuevos espacios de intercambio y comunicación, justo allí donde nunca antes se habían ofrecido espectáculos teatrales con sistematicidad.

Así, lo que en 1991 comenzó siendo un proyecto docente surgido de las aulas de la escuela de arte del Yarey, se ha consagrado como el grupo de teatro callejero Andante, cuya labor advierte un extenso camino por recorrer aún.

“Concebido desde su surgimiento como una propuesta estética abarcadora que agrupa todas las vertientes para hacer teatro (títeres, de calle, de sala y de cámara) Andante ha irrumpido en los más complejos escenarios, siempre con el propósito de llevar buen arte al público”, así explica su Director y fundador, Juan González Fife.

Más de 70 estrenos, repartidos entre cuatro y cinco al año, además de un repertorio activo que sobrepasa los 20 títulos, marcan el ritmo de trabajo de este conjunto teatral sin precedentes, cuya dinámica los ha conducido a influir en los niveles de enseñanza y formación de nuevos grupos de teatros de la provincia y de otras regiones del mundo.

PERSONAJE PROTAGÓNICO DE ANDANTE

Distingue el proceso creativo de este popular grupo de calle, una definición artística que desde sus inicios ha estado basada en el hombre como ente principal, responsable del presente y futuro, además de ser conservador y transformador de su medio.

“Un grupo de teatro no se puede concebir solo desde la perspectiva estética de su trabajo y los actores, sino con el público con el que intercambia y crea. Teatro Andante no existe sin su público, afirma Fife.

“El público también se convierte en entes creativos, espectadores activos que tienen derecho a ser un personaje más, quizás el más importante, pues de sus experiencias, problemáticas y peculiaridades nos nutrimos y fortalecemos nuestro trabajo.

“Además, lo concebimos como un actor más en la creación, que puede emitir criterios, participar y hasta modelar el proceso artístico.

“Nuestra obra más premiada nació de la participación del público en el proceso creativo y sus personajes fueron producto de las historias, las motivaciones y los conflictos que pudimos apreciar a nuestro paso por las comunidades.

“De ahí que nuestra labor no solo se centre en la escena, sino que se extienda a un proyecto educativo que comprende talleres en la comunidad, espectáculos debates, inclusión del público en los procesos de creación y las técnicas de teatro popular”.

En Andante confluyen más de una generación, que va desde fundadores hasta jóvenes actores, a quienes los une un denominador común, formado por un espíritu aventurero y grandes dotes para la realización no solo de los espectáculos, sino de objetos e instrumentos que nacen de forma manual.

En su andar indetenible han traspasado los límites de la serranía y llanura granmense compartiendo su quehacer y alegría en otras regiones del país y algunos países latinoamericanos como Colombia y Venezuela.

UN SANCHO PANZA CUBANO…

Eurys Espinosa después de haber desandado un poco más de 20 años con lo que en sus inicios algunos catalogaron como un proyecto destinado al fracaso, producto de las carencias económicas que sufría el país, asevera que Andante ha sido más que su hogar o familia… ha sido su vida.

“Entré a la escuela huyendo del servicio militar, irreverente a los deseos de mi padre, no quería ser ni médico, ni abogado. Quería ser artista y así me vine desde el Camagüey.

“Apenas entré en la escuela me llamó la atención el trabajo de un profesor que después de las clases se quedaba con un grupo de estudiantes a ensayar teatro hasta altas horas de la noche. Un día fui hasta allí, me paré en la puerta, me invitaron a entrar y no he salido más…

“Al principio no entendía muy bien lo que estábamos haciendo, pero solo sabía que me gustaba, hasta que comprendí la verdadera magnitud de nuestro labor con la primera experiencia grande de trabajo comunitario en la cruzada de Guantánamo.

“La obra que presentaríamos allí era surrealista, había que hacerla de noche por las condiciones técnicas y nos asaltaba una duda, ¿la entenderán los campesinos? , y para nuestra sorpresa, así fue y tuvo muy buena aceptación, entonces pensamos que todo había sido de maravillas hasta que…

“Nos dijeron tienen que hacer un trabajo infantil. Todos nos miramos, pues no llevábamos nada preparado y Fife expresó: ¡aquí hay que hacer algo! y como el recorrido era a pie de un pueblo a otro, pues los mulos solo llevaban la carga de los instrumentos, decidimos que lo planificaríamos en el camino.

“Metidos por los ríos, las montañas y los trillos fuimos creando el espectáculo, que se llamó: Cantando con tareco. Esta fue una anécdota maravillosa, pues nos sirvió para comprender que teníamos que hacer de todo y abarcando todos los gustos y formas”.

Sin embargo los recuerdos de Eurys también guardan un espacio a uno de los eventos más significativos que ha singularizado al teatro que realiza Andante.

“Un buen día llegó hasta nosotros Enrique La Calle (primer historiador de Bayamo), con un librito muy viejo en las manos, que era nada más y nada menos que: la obra Lola la tejedora, la hija del pueblo, uno de los documentos que sobrevivió al incendio de Bayamo en 1869 , representativo del teatro de esa época.

“El señor nos dijo: Nadie la quiere montar, ¿ustedes se atreven? Hicimos una primera propuesta que fue la versión oficial, con una gran acogida y luego una readaptación llamada Memorias de las cenizas, la cual será retomada en el 2013 como homenaje a los 500 años de fundación de la Villa”.

Eurys, también tuvo la oportunidad de ser seleccionado a raíz de un proyecto conducido por la red latinoamericana de teatro, como el Sancho Panza cubano, en la escena que le correspondió a Cuba, en una obra protagonizada por grupos de diferentes naciones.

Esta fue una oportunidad para que Andante mostrara una vez más a los amigos del mundo, el ingenio de un grupo sostenido a fuerza de voluntad y buen hacer, que arrasó con su espectáculo, al mostrar la versión cubana de un desenfadado Sancho en bicicleta.

El próximo14 de diciembre marcará la celebración de 20 años de sacrificios, alegrías, experiencias e importante formación profesional de este grupo, que contra todos los molinos se vaticina seguir eternamente Andante.
(Maylenis Oliva Ferrales)

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