jueves, 20 de enero de 2011

EL AGUA, LA SUSTANCIA MÁS ESTRATEGICA PARA LA RAZA HUMANA




Por Raciel Pérez Martínez

Foto INTERNET


Pronto el planeta tierra albergará siete mil millones de personas, lo que complicará aún más la situación de pobreza extrema debido al incremento del precio de los alimentos por su demanda, pero existe un elemento decisivo que se llama agua.

Muchos factores atentan contra el aumento del volumen de las cosechas dedicadas al consumo humano entre otros el cambio climático, la producción de biocombustibles, y los conflictos bélicos.

El agua es vital para el consumo directo de esos siete mil millones de habitantes. Las fuentes de abasto contaminadas ya cobran la vida de millones de personas cada año.

También la humanidad necesita alimentos cada día, y para lograr el enorme volumen productivo de todos los cultivos incluidos los básicos como los cereales, granos y frutales, es indispensable el agua dulce.

El sector agrícola es el mayor consumidor de este recurso con el 69 por ciento del total existente, dejándole el resto al consumo humano de manera directa.

Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en los países subdesarrollados durante los próximos 30 años se podría aumentar el área regada en un 34 por ciento, pero se necesitaría un 14 por ciento más de agua para lograrlo.

Por un lado las ciudades utilizan más y más agua para su población en acelerado crecimiento, y por el otro la agricultura tiene la misión de producir más alimentos a expensas de más volúmenes de ese líquido.

La productividad de las tierras de regadío es aproximadamente tres veces superior a la de las de secano.

Para el año dos mil treinta, más de un 60 por ciento de la población vivirá en zonas urbanas que demandarán una proporción creciente del agua extraída.

La disponibilidad de suficientes cantidades de agua de buena calidad es fundamental para todos los procesos biológicos, para el mantenimiento de la biodiversidad y de los ecosistemas, para la salud humana y para las funciones primarias y secundarias de la producción.

En muchos de los países del llamado Tercer Mundo, el agua desviada hacia las ciudades se libera a menudo después de un uso sin un tratamiento adecuado.

En las zonas áridas, el propio caudal de retorno procedente de la agricultura y las múltiples reutilizaciones del agua conducen a un rápido deterioro de la calidad.

Por tanto es preciso introducir a nivelo mundial estrategias de ordenamiento de los recursos hídricos cuidadosamente estudiadas, acompañadas de programas destinados a mejorar la eficiencia y la productividad de la utilización del agua.

Aproximadamente el uno por ciento de todo el agua del planeta es dulce y de ella depende la producción de alimentos y consumo directo para mitigar la sed de casi siete mil millones de seres humanos.

Por esa sencilla razón el agua potable es la sustancia más estratégica de nuestro planeta.

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