domingo, 2 de enero de 2011

POR UN MUNDO SIN RACISMO



Por Raciel  Pérez Martínez
Fotos INTERNET
La Organización de Naciones Unidas (ONU) desde hace varias décadas mantiene una sistemática lucha contra la discriminación racial, y como parte de ese propósito  dedica a este 2011 como el Año Internacional de los Pueblos Afrodescendientes.

Con esta acción se pretende impulsar  el pleno disfrute de los derechos económicos, culturales, sociales, civiles y políticos de esas comunidades.

  Se trata de un acuerdo adoptado en 2009 por la Asamblea General de Naciones Unidas, la cual reafirmó la validez de todas las declaraciones, convenios y otros instrumentos internacionales vinculados al desarrollo de los herederos del legado africano.

Entre ellos están la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial.

También las convenciones contra la discriminación de la mujer, por los Derechos del Niño y para la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, entre otras.

Todos los países miembros de la ONU fortalecerán este año las acciones nacionales y la cooperación internacional en beneficio de los afrodescendientes, sus derechos, y promover un mayor conocimiento y respeto de la diversidad de su herencia y cultura.

En diciembre último Naciones Unidas celebró una ceremonia de saludo al Año Internacional que comenzó el primero de este mes de enero, y lanzó un fuerte llamado a acabar de manera definitiva con la discriminación racial.
 En ese sentido, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a fortalecer el compromiso político para erradicar esa lacra en el 2011, como tributo a la contribución hecha por los pueblos de origen africano al progreso político, económico, social y cultural de todas las sociedades.

 Los afrodescendientes están entre las comunidades más afectadas por el racismo, negándosele  derechos básicos, como la igualdad para disfrutar de los servicios de salud y educación.

 El comercio transnacional de esclavos constituyó una tragedia, tanto por su barbarismo como por su magnitud, naturaleza organizada y la negación de la esencia humana de sus víctimas.

Todavía hoy los africanos y los pueblos de esa ascendencia sufren las consecuencias de esos actos, y por eso la humanidad debe trabajar unida para paliar los efectos de ese genocidio.

Este año en el mundo se trabajará  para fortalecer la lucha por la plena integración de los pueblos de origen africano en la vida social, económica y política y por lograr su participación en todos los niveles de toma de decisiones.

El mundo no puede aceptar que comunidades enteras sean marginadas por el color de su piel, por eso el 2011 es un año decisivo para acabar con el racismo, una práctica irracional que solo fructifica en mentes esclavistas.





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