PARA INVADIR SIEMPRE HAY DINERO

                                             


Por Raciel Pérez Martínez
Foto INTERNET

Los pueblos estadounidense, británico, francés y de los demás países participantes en la invasión a Libia no comprenden cómo es posible que se despilfarre tanto dinero en esa aventura, mientras sus respectivos gobiernos han hecho grandes recortes presupuestarios en detrimento de la educación, de la salud y otros indicadores sensibles aduciendo problemas económicos.

Estados Unidos el máximo deudor del planeta , solo en lanzamiento de misiles gasta diariamente más de cien millones de dólares, si se prolonga el ataque contra el gobierno de Muamar el Gadafi el monto ascendería a varios miles de millones.

Otro que está en crisis es el Reino Unido -integrado por Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte- con recortes fiscales de 130 mil millones de dólares, uno de los más drásticos de la Unión Europea.

Cada misil lanzado por el Reino Unido contra Libia esta valorado en unos 700 mil dólares mientras que una salida de su avión de combate Tornado asciende a 40 mil.

El pueblo griego, tan duramente tratado por las políticas restrictivas del Fondo Monetario Internacional, esta muy indignado al conocer que el gobierno de su país gasta un millón de euro cada día.

Este país helénico hundido en una de las peores crisis de su milenaria historia, tuvo que pedir un préstamo con urgencia de 146 mil millones de dólares al Fondo Monetario y a la Unión Europea.

Otro que alardea en el complot bélico es el gobierno español que aprieta al máximo a su pueblo con aumentos impositivos, congelamientos salariales y reducción de beneficios a jubilados.

Ya algunos entendidos en el manejo del dinero en el Pentágono, han pronosticado que si la invasión contra Libia continùa, el Departamento de Defensa pedirá fondos de emergencia al Congreso.

Todo apunta a que la guerra imperial contra Libia se va a extender y por tanto los gastos se van a disparar. Eso no importa a los gobiernos agresores pues tienen un pueblo a quien seguir apretando.

A esos invasores tampoco les importa que en el mundo existan más de mil millones de hambrientos, que con parte de ese dinero derrochado resolverían llevarse un bocado de comida cada día.