martes, 1 de noviembre de 2011

EN NIZA, MOVIMIENTOS SOCIALES CONTRA NEOLIBERALISMO







Por Raciel Pérez Martínez
Foto Internet


La expansión por el mundo del neoliberalismo ha provocado que también se extienda con mayor fuerza la explotación de los trabajadores, con toda la secuela de desempleo y miseria.

Pero lo que no tuvieron en cuenta los teóricos del neoliberalismo, como receta para enriquecer más a los ricos, es que también se gestaba un gran movimiento mundial que se manifiesta de diferentes maneras en el globo terráqueo.

Los movimientos sociales son una de las características más importantes en la actual lucha de clases, y en los que se aglutinan las más diversas corrientes que buscan una nueva forma de sistema social que tenga en cuenta al ser humano.

Por eso no nos asombremos del auge que está teniendo el movimiento de “indignados” en todo el mundo, particularmente en Europa y Estados Unidos, donde según la propaganda burguesa todo es felicidad. Pero la realidad es otra.

El centro de atención de los movimientos sociales se concentra ahora en la ciudad francesa de Niza, sede de la reunión del Grupo de los 20 desde mañana y hasta el viernes, y que agrupa a las economías más importantes de nuestro planeta.

Para ir calentando el ambiente este martes miles de personas de muchos países europeos y de otros continentes realizaron una marcha pacífica, y seguidamente inauguraron lo que denominaron el Foro de los Pueblos, una convocatoria alternativa a la Cumbre del denominado G-20.

En el Foro del movimiento social internacional más de cuarenta organizaciones de Europa y el mundo, debaten la crisis capitalista y sus consecuencias para los pueblos, y exigen a los gobiernos del Grupo de los Veinte atender los problemas sociales del planeta.

Los movimientos sociales presentes en la ciudad de Niza ante la desigualdad y la austeridad rechazan la instrumentalización de la deuda pública por los mercados; exigen poner en marcha un impuesto obligatorio a transacciones financieras para todos los Estados, y luchan contra la especulación y los paraísos fiscales.

También los movimientos sociales hacen un llamado a cambiar el sistema, no el planeta; luchar eficazmente contra el cambio climático y el derroche energético; no jugar con el alimento del planeta defendiendo la soberanía alimentaria, y combatir la apropiación ilegal de la tierra por las transnacionales.

Los movimientos sociales se proyectan ademas, por acabar con las políticas de guerra en nombre de la lucha anti terrorista y por último vigilar los acuerdos del G-20, G-7 y G-8 bajo la responsabilidad de Naciones Unidas, organismo que los anti globalización proponen reformar.

Desde mañana unos 25 jefes de Estado y de gobierno asistirán a la cumbre del G-20, grupo que reúne a las principales economías industrializadas (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Gran Bretaña) a 12 países emergentes y a la Unión Europea.

En el corazón de los debates figurará la crisis de la deuda en la eurozona, su posible contagio a otras naciones y el temor a una nueva y mayor recesión económica mundial.

Los tecnócratas y políticos presentes en la cita de los ricos, en Niza, Francia, como siempre, tienen entre las medidas de ajustes severos recortes en los gastos públicos, aumento del desempleo y disminución de pensiones a los jubilados.

Por eso, la lucha de los pueblo, como un torrente incontenible se agiganta en todos los continentes, en abierto rechazo al neoliberalismo.

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