El ejercicio, que comenzó a las ocho de la mañana, y en el cual participan 
 más de 190 mil autoridades electorales a todos los niveles, además de
 integrantes de las mesas de votación y personal de apoyo, permitirá 
comprobar las comunicaciones y otros aseguramientos.

De la calidad con que se lleve a cabo este ensayo, dependerá la buena 

marcha de los sufragios del próximo 21 de octubre, por lo que los miembros
 de las más de 29 mil 500 mesas electorales constituidas en toda la nación 
deberán verificar cada detalle.

Será revisado el acondicionamiento de esas instalaciones, dotadas de los 

 símbolos patrios, urnas y documentos básicos, así como también las casillas 
u otras variantes que se emplean para garantizar la privacidad del voto.

Durante el ensayo se probará la efectividad de las comunicaciones, mediante

 la emisión de partes diseñados para la ocasión.

En las zonas montañosas y distantes de los centros urbanos se comprobará si

están listas las diversas variantes para garantizar la fluidez en la transmisión de 
esos datos, por lo cual se contará allí, como en anteriores ocasiones, con enlaces,
 y el apoyo de radioaficionados y colombófilos.

Este ejercicio solo exceptúa la asistencia de los electores y de los pioneros que cuidarán las urnas.


El 21 de octubre, y el 28 de ese mes, donde se haga necesaria la realización de 

una segunda vuelta electoral, los cubanos elegirán mediante el voto directo y 
secreto a quienes consideran deben ser sus representantes ante las Asambleas Municipales del gobierno.

Desde el 21 de septiembre se exhiben en lugares públicos las biografías y fotos de los candidatos a delegados del Poder Popular, nominados en reuniones de vecinos realizadas del tres al 29 de ese mes en todo el país.


Una especial importancia revisten las listas de electores, con el propósito de que

 los ciudadanos con derecho al voto detecten cualquier omisión o error, y así reclamar a las autoridades competentes, lo cual podrán hacer hasta el mismo día
 del sufragio.