viernes, 29 de diciembre de 2017

Adoptan medidas en Cuba para enfrentar el cambio climático

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Un grupo de importantes medidas, contenidas en la denominada Tarea Vida, se adoptan en Cuba con  el objetivo de prepararse para enfrentar las afectaciones ocasionadas por el cambio climático.
   De acuerdo con un reportaje publicado hoy en el periódico Granma, la isla sufre las consecuencias de esas transformaciones, que provocan elevación del nivel del mar y la temperatura y disminución de las lluvias.
   Sergio Lorenzo Sánchez, investigador del Instituto de Ciencias del Mar, señaló que los estudios de geología y geomorfología confirman que hay un retroceso de la línea de costa de 1,5 a dos metros anualmente.
   El especialista indicó que existen lecturas de la Red Mareográfica Nacional que demuestran un incremento de 2,14 milímetros por año en la aceleración del aumento del nivel  medio del mar.
   Tales cambios han provocado no sólo una reducción del territorio emergido y las lluvias, sino también daños en la barrera coralina y las crestas de arrecifes, que protegen al archipiélago del fuerte oleaje.
   Para enfrentar estos peligros es necesario identificar y acometer acciones y proyectos de adaptación al cambio climático, de carácter integral y progresivo, encaminados a reducir la vulnerabilidad de las zonas costeras.
   Estas acciones deben estar respaldadas por normas jurídicas específicas, que respalden la ejecución del plan del estado, aseguren su estricto cumplimiento y sancionen a los violadores.
   Especial importancia se le concede a la preservación, mantenimiento y recuperación integral de las playas arenosas del archipiélago cubano, con prioridad para las urbanizadas y de uso turístico.
   Con vistas a garantizar el abastecimiento de agua y mitigar los efectos de la sequía, hay que trabajar en la introducción de tecnologías para el ahorro y la satisfacción de las demandas locales y aumentar la infraestructura hidráulica.
   La reforestación debe de estar dirigida hacia la máxima protección de los suelos y las aguas en cantidad y calidad, así como la recuperación de las franjas hidrorreguladores,  los bosques y manglares más perjudicados.
   Resulta necesario también detener el deterioro, rehabilitar y conservar los arrecifes de coral en todo el archipiélago nacional, con prioridad para las crestas que bordean la plataforma insular y protegen las playas.  Manuel Valdés Paz. ACN




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