jueves, 21 de diciembre de 2017

Tarea Vida, respuesta de Cuba ante amenazas del cambio climático

















Mucho se dice sobre el cambio climático y su negativo impacto en la vida terrestre. Igualmente, numerosas han sido las iniciativas de los países del mundo para intentar ralentizar las calamidades vinculadas al calentamiento global.

El ejemplo más reciente lo constituye la XXIII Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 23), que se desarrolló hace solo unos días en la ciudad alemana de Bonn.

Sin embargo, no todas las naciones le prestan la misma atención al problema. Mientras que muchos gobiernos y organizaciones alzan su voz en cada foro internacional dedicado al tema, países como Estados Unidos responden con actos tan terribles como el abandono del Acuerdo de París, dirigido a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Afortunadamente Cuba forma parte del cada vez más significativo grupo de defensores del medio ambiente. Su plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático, conocido como Tarea Vida, es prueba fehaciente de ello.

La iniciativa contempla cinco acciones estratégicas y 11 tareas dirigidas a contrarrestar las afectaciones en las zonas vulnerables en la isla antillana; las mismas fueron aprobadas el pasado 25 de abril por el Consejo de Ministros y constituyen una prioridad para la política ambientalista del país.

La situación es preocupante, pues las proyecciones futuras del nivel medio del mar (27 centímetros para el año 2050, y 85cm para el 2100) ratifican un ascenso que implicaría la lenta disminución de la superficie emergida del archipiélago y la salinización paulatina de los acuíferos subterráneos.

De acuerdo con las investigaciones, esto pone en categoría vulnerable a 574 asentamientos en el país, de ellos 119 en posición más desfavorable que el resto; y 20 desaparecerían en los próximos 80 años.

No obstante, elevar la percepción de riesgo de la población es el objetivo primordial de Tarea Vida, tal como lo aseguró a Prensa Latina la directora de Medio Ambiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (Citma), Odalis Goicochea.

Si bien todos los aspectos socioeconómicos que aborda un plan de Estado son medulares, lo primero es lograr que el pueblo conozca y entienda esta iniciativa que impulsa la máxima dirección del país, recalcó al respecto.

Por esta razón incluimos el tema de divulgación como una de las 11 tareas que propone el plan, específicamente estamos hablando de la tarea número 10: Priorizar las acciones para elevar la percepción de riesgo, así como aumentar el nivel de conocimiento y grado de participación de toda la población, explicó Goicochea.

La directiva agregó que no sólo se apunta hacia el enfrentamiento al cambio climático, sino que también se incluyen medidas para fomentar una cultura hacia el ahorro del agua; éste acápite del plan de Estado está a cargo del propio Citma, pero intervienen igualmente instituciones como el Instituto Cubano de Radio y Televisión y el Ministerio de Educación, entre otros.

Por otro lado, Goicochea resaltó que, en comparación con documentos anteriores, Tarea Vida tiene un alcance y jerarquía superiores e incluye la dimensión territorial; asimismo, requiere de un agresivo programa de inversiones, a ejecutar al corto (año 2020), mediano (2030), largo (2050) y muy largo plazos (2100) en las zonas priorizadas.

El plan del Estado para el enfrentamiento al cambio climático en la República de Cuba es el resultado de un proceso de intensificación de investigaciones científicas y proyectos de innovación tecnológica en los últimos años. Hasta 2017 se llevaron a cabo 101 estudios territoriales de peligro, vulnerabilidad y riesgo.

Sobresalen de ese período la realización en 2007 de un macroproyecto sobre la vulnerabilidad costera del archipiélago cubano para el período 2050-2100, y la implementación de acciones para la reducción de desastres.

Tarea Vida incluye la implementación de normas jurídicas necesarias para respaldar su ejecución y velar por su estricto cumplimiento. Tiene igualmente entre sus objetivos recuperar de forma integral las playas arenosas del territorio nacional, y dirigir la reforestación hacia la máxima protección de los suelos.

El plan también abarca tareas vinculadas a la rehabilitación y conservación de los arrecifes de coral; la seguridad alimentaria; la energía renovable y eficiencia energética; el transporte y la industria; además de la gestión de los recursos financieros internacionales disponibles.

  Por: Nicholas Valdes,periodista de la redacción de Ciencia y Técnica de Prensa Latina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario