viernes, 29 de diciembre de 2017

Alertan sobre impacto del urbanismo en el medio ambiente

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 La transformación del ambiente natural bajo el efecto del desarrollo urbano es un proceso que impacta a nivel global, advirtió en La Habana una especialista del Museo Nacional de Historia Natural de Cuba (MNHNC).
   El hecho en sí daña también a un gran número de especies autóctonas o invasoras e incluso a su integración, aunque sean inusuales en comunidades ecológicas en las ciudades, opinó la Licenciada Laura Aguilar Veloz, en un artículo publicado en la revista digital SAVIA, de su institución.   
   Sin embargo, aclaró que en Cuba, si de diversidad biológica se trata, lo primero que viene a la mente es la variedad de organismos vivos que habitan las áreas protegidas y parques nacionales.
   Advirtió de que no obstante el impacto que de ello se deriva, el ecosistema urbano y su biodiversidad no están identificados de forma especial en los documentos rectores del país.
   Mencionó que estos últimos trazan la estrategia de diversidad biológica en la nación y, según reportes aparecidos en internet, en el escenario cubano existe la tendencia de enfocarla hacia las acciones relacionadas con la agricultura urbana y suburbana.
  La Licenciada Aguilar Veloz consideró, en consecuencia, que se no se tienen en cuenta  las otras dimensiones que implica el término.    
   Por esa razón, estimó, ahondar en el asunto a favor de su mejor conocimiento y percepción es un objetivo de trabajo de los especialistas del MNHNC.
  Para la experta la relación entre los ciudadanos y el resto de la diversidad biológica (animales, plantas y microorganismos) que comparte el hábitat urbano, ha sido compleja y difícil internacionalmente.
   Se refirió a los que viven en tejados, huecos, edificios, calles y solares, que  forman una comunidad adaptada.
   Esto ocurre en ocasiones para nuestro deleite y en otras para nuestro pesar, en parte de la ciudad, dijo.  
  Y es que la necesidad humana de mantener contacto con el entorno y disfrutar de los espacios libres urbanos, el impacto beneficioso de muchas especies de plantas y animales, contrasta con los daños ocasionados en esferas de la vida, explicó.
   Según la investigadora, sus causas obedecen a las explosiones demográficas de especies inapropiadas para el contexto urbano (roedores, palomas y otras), plagas y mascotas abandonadas.
   Citó el caso del Centro Histórico de La Habana Vieja, donde la Estrategia Ambiental de la Zona Priorizada para la Conservación (ZPC) 2013-2020, sí reconoce tales problemas.    
   Agregó que están relacionados con el verde urbano y biodiversidad, en particular porque las áreas dentro del territorio son insuficientes, se encuentran deterioradas y desbalanceadas.
   Aunque iniciativas relacionadas con  la biodiversidad urbana se han desarrollado anteriormente por el MNHNC, abrimos una línea para profundizar en el conocimiento de la biodiversidad urbana del Centro Histórico de La Habana Vieja y demostrar la necesidad de su estudio de forma sistemática, anunció.
   Un grupo de 211 áreas protegidas identificadas posee el archipiélago cubano, de las cuales 77 son de significación nacional, debido a los apreciables ecosistemas naturales y valores culturales que atesoran,
de acuerdo con datos del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
  Varias cuentan con reconocimiento internacional, como la Reservas de la Biosfera Guanahacabibes, Buenavista, Baconao y Cuchillas del Toa, y los Parques Nacionales Alejandro de Humboldt y Desembarco del Granma, declarados sitios de Patrimonio Mundial Natural.  Lino Luben. ACN

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