viernes, 14 de junio de 2013

HOMENAJE EN MANZANILLO A MANUEL NAVARRO LUNA INICIADOR EN CUBA DEL VANGUARDISMO LÍRICO


 

Por Raciel Pérez Martínez
Foto Internet

En la ciudad granmense de Manzanillo por estos días se rinde homenaje al  iniciador en Cuba del Vanguardismo Lírico ,Manuel Navarro Luna, reconocido entre los bardos más eminentes de Iberoamérica en el siglo veinte.

 La jornada de homenaje cuenta con intelectuales de diferentes partes del país e incluye encuentros teóricos, recitales de versos, presentaciones de libros y otras acciones.


 La cuadragésima jornada literaria nacional dedicada al autor del volumen Surco comprende además, la entrega de los lauros del Concurso Nacional de Poesía Manuel Navarro Luna, así como una peregrinación hasta su tumba en el cementerio de Manzanillo para rendirle homenaje en el aniversario 46 de su fallecimiento.

Nació el 29 de agosto de 1894, en el sencillo poblado de Jovellanos. Tras la muerte de su padre fue llevado a Manzanillo donde pasó su niñez y conoció desde muy pequeño la realidad social de la Isla y donde pasó casi toda su vida. Allí aprendió las primeras letras con su madre e hizo sus estudios primarios en modestas escuelas de barrio.

 El niño estudió música y fue uno de los fundadores de la Banda Infantil de Música de Manzanillo. Desempeñó los más humildes y diversos oficios, fundamentalmente el de barbero. También trabajó como procurador público.

Su primer libro, titulado Ritmos Dolientes fue publicado en el año 1919 y con el dinero recibido por esa edición, compró una casa para su madre.

Durante su activa vida social y revolucionaria, este poeta publicó numerosos libros, todos de gran acogida popular. Entre ellos vale destacar Corazón Abierto, en 1922, Refugio, en 1927; Surco en 1928, Siluetas Aldeanas, en 1929, Cartas de la Ciénaga, en 1932; Pulso y Onda, en 1936; La Tierra Herida, en 1943.           











 

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