foto : Fernando Revé
Un singular gallo, con forma de pingüino, vive en la intrincada comunidad de Malacó, en el municipio de Río Cauto, provincia de Granma.
El ave es “mascota” de la campesina Ángela Figueredo y nació hace 14 meses junto a tres hermanos “normales”. Su forma erguida se debe a que vino al mundo con las dos patas demasiado “atrás”.
El extraño bípedo canta, camina, corre y hasta pelea con algún gallo intruso. “Lo único que no hace es “coger” a las gallinas; trata, pero se cae”, señala su dueña.
Yuniel Torres, nieto de Ángela, tiene tanto delirio con este plumado de jactancioso caminar que una vez alguien daba por el animal 200 pesos más dos gallos pero el muchacho no aceptó.
Cuando le preguntamos si algún día el raro bípedo será llevado a la olla, Ángela encogió las cejas y disparó: “Qué va, se morirá de viejo. Nosotros ni lo dejamos salir del patio, le tenemos mucho cariño”.
El animal, entonces, tiene toda una vida por delante porque un gallo puede durar hasta 10 años o más. Claro, eso si lo dejan en el trópico. Porque Pingüino –como le llaman todos- ha crecido en esa descampada comunidad de 543 habitantes, rodeada de cultivos de arroz, a seis kilómetros de la carretera, donde las temperaturas parecen derretir la piel; por ende, no aguantaría la frialdad absoluta en la que viven, sabrosamente, otros.(TV Granma)
No hay comentarios:
Publicar un comentario