El incremento paulatino de las fuentes de energía renovables (FER), como la eólica, es una necesidad en Cuba ante el aumento de los precios de los combustibles y el agotamiento de esos recursos en los venideros años.
Según el programa de desarrollo, la Isla pretende generar hacia el 2030 al menos el 10 por ciento de energía eléctrica a partir de fuentes renovables, para lo cual lleva a cabo proyectos inversionistas.
Entre estos se destaca la construcción del nuevo parque eólico en la playa La Herradura, en la provincia de Las Tunas, el cual será el mayor de su tipo en la nación caribeña al contar con 50 megawatts de potencia.
Al decir de Alfredo López, titular de Energía y Minas, la instalación dispondrá de 34 aerogeneradores de 1,5 megawatts (MW) de potencia cada uno, que podrán sustituir al año más de 40 mil toneladas de petróleo y generar 153 gigawatts/hora. Esa inversión es recuperable en seis años y se paga con el combustible que se ahorra.
Los especialistas coinciden en señalar que esas instalaciones contribuyen a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, protegen el medio ambiente y reducen las importaciones de combustibles fósiles.
Actualmente continúan los estudios en las zonas de mayor potencial eólico del territorio cubano para instalar nuevos dispositivos y recuperar los que no se encuentran en uso.
Datos de la Unión Eléctrica indican que el país cuenta con cuatro parques eólicos y 20 máquinas, que aportan 11,7 (MW) al sistema electroenergético en la Isla. Investigaciones realizadas por expertos, evidencian que podrían construirse varias instalaciones más, con una potencia mayor de dos mil MW.
Hoy se cuenta con 100 estaciones anemométricas que posibilitan obtener datos del comportamiento del viento a 50 metros de altura, y así evaluar el potencial eólico nacional.
Solo un pequeño porcentaje de la matriz energética nacional está basada en el empleo de la radiación solar, el viento, la biomasa, el biogás y la hidroenergía, entre otras.
Trasformar esa realidad constituye objetivo estratégico esbozado en los Lineamientos para la Política Económica y Social de la Revolución aprobados por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, y empeño el cual encabezan varios organismos de la Administración Central del Estado, pero que concierne a toda la sociedad cubana.
Al cierre de 2009, la capacidad eólica instalada en el planeta llegaba a 140 mil 951 MW, según la Asociación Eólica Mundial (WWEA), por sus siglas en inglés.
Los medios técnicos para aprovechar el viento lo utilizan cerca de 80 países, satisfacen el 1,5 por ciento de la demanda energética mundial y ofrecen empleo directo a medio millón de personas, informa la institución.
(Con información de la AIN)
Según el programa de desarrollo, la Isla pretende generar hacia el 2030 al menos el 10 por ciento de energía eléctrica a partir de fuentes renovables, para lo cual lleva a cabo proyectos inversionistas.
Entre estos se destaca la construcción del nuevo parque eólico en la playa La Herradura, en la provincia de Las Tunas, el cual será el mayor de su tipo en la nación caribeña al contar con 50 megawatts de potencia.
Al decir de Alfredo López, titular de Energía y Minas, la instalación dispondrá de 34 aerogeneradores de 1,5 megawatts (MW) de potencia cada uno, que podrán sustituir al año más de 40 mil toneladas de petróleo y generar 153 gigawatts/hora. Esa inversión es recuperable en seis años y se paga con el combustible que se ahorra.
Los especialistas coinciden en señalar que esas instalaciones contribuyen a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, protegen el medio ambiente y reducen las importaciones de combustibles fósiles.
Actualmente continúan los estudios en las zonas de mayor potencial eólico del territorio cubano para instalar nuevos dispositivos y recuperar los que no se encuentran en uso.
Datos de la Unión Eléctrica indican que el país cuenta con cuatro parques eólicos y 20 máquinas, que aportan 11,7 (MW) al sistema electroenergético en la Isla. Investigaciones realizadas por expertos, evidencian que podrían construirse varias instalaciones más, con una potencia mayor de dos mil MW.
Hoy se cuenta con 100 estaciones anemométricas que posibilitan obtener datos del comportamiento del viento a 50 metros de altura, y así evaluar el potencial eólico nacional.
Solo un pequeño porcentaje de la matriz energética nacional está basada en el empleo de la radiación solar, el viento, la biomasa, el biogás y la hidroenergía, entre otras.
Trasformar esa realidad constituye objetivo estratégico esbozado en los Lineamientos para la Política Económica y Social de la Revolución aprobados por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, y empeño el cual encabezan varios organismos de la Administración Central del Estado, pero que concierne a toda la sociedad cubana.
Al cierre de 2009, la capacidad eólica instalada en el planeta llegaba a 140 mil 951 MW, según la Asociación Eólica Mundial (WWEA), por sus siglas en inglés.
Los medios técnicos para aprovechar el viento lo utilizan cerca de 80 países, satisfacen el 1,5 por ciento de la demanda energética mundial y ofrecen empleo directo a medio millón de personas, informa la institución.
(Con información de la AIN)
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