Por Luis Beatón *
Muchas evidencias sobre el presunto uso de armas químicas
en Siria contradicen afirmaciones de Estados Unidos y sus aliados
occidentales, que culpan al Gobierno del presidente Bashar al-Assad de
ser responsable de tales prácticas.
El sitio Mint Press News publicó el 29 de agosto que rebeldes y
residentes en la región de Ghouta Oriental, al este de Damasco, acusaron
al príncipe saudita Bandar bin Sultan de proporcionar armas químicas a
un grupo insurgente vinculado a al-Qaeda para buscar una justificación y
acusar al gobierno de al-Assad.
Esa publicación señala que a
medida que la maquinaria para una intervención militar en Siria liderada
por Estados Unidos se acelera tras el ataque, Washington apunta al lado
equivocado.
La Casa Blanca y sus aliados no están interesados
en el examen de pruebas contra de Siria y desde muy temprano, el
secretario de Estado norteamericano John Kerry se apresuró en culpar a
las autoridades de esa nación del Levante. Es un juicio claro para el
mundo, al-Assad es culpable, sentenció el titular.
Médicos,
incluso miembros de bandas armadas y familiares de las víctimas en
Ghouta creen que ciertos rebeldes recibieron armas químicas a través del
jefe de inteligencia saudita, el príncipe Bandar, y fueron los
responsables de llevar a cabo el ataque.
Citado por la
publicación Abu Abdel- Moneim, el padre de un rebelde que lucha para
derrocar a al-Assad, que vive en Ghouta, admitió que su hijo "vino a mí
hace dos semanas (antes del 21 de agosto) preguntándome sobre las armas
que le habían pedido para llevar".
Abdel- Moneim dijo que su
hijo y otros 12 rebeldes murieron en el interior de un túnel utilizado
para almacenar armas proporcionadas por un militante saudita, conocido
como Abu Aisha, que dirigía un batallón de lucha.
El padre describió que las armas tienen una "estructura de tubo", mientras que otros eran como una "enorme botella de gas".
Dijo Abdel- Moneim que su hijo y los otros murieron durante el ataque
con gases químicos. Ese mismo día, el grupo terrorista Jabhat al- Nusra,
vinculado a al- Qaeda, anunció que iban a atacar a la población civil
de manera similar en el corazón de Latakia, en la costa oeste de Siria,
en supuesta represalia.
Otros rebeldes citados por la
publicación se quejaron que los promotores del ataque no los orientaron
bien. No sabíamos que eran las armas químicas. Nunca nos imaginamos que
eran las armas químicas, dijo uno de los entrevistados.
Teníamos
mucha curiosidad acerca de estas armas. Y, por desgracia, algunos de
los luchadores las manejaron incorrectamente y eso desató las
explosiones, dijo uno de los dirigentes de al-Nusra en Ghouta.
Según un artículo de Business Insider, escrito por el periodista
Geoffrey Ingersoll, el príncipe saudita, víctima de un atentado en julio
de 2012, trabajó para justificar la agresión contra Siria.
En
ese sentido, el diario The Independent, del Reino Unido, señaló que fue
la inteligencia saudita la que primero habló de la utilización por el
gobierno sirio del gas sarín, en febrero, para facilitar la acción de
los aliados occidentales.
Por otra parte, diversos análisis
indican que los únicos beneficiarios del uso de los artefactos químicos
son los rebeldes, en retroceso ante la ofensiva del Ejército Árabe
Sirio, y favorecidos ahora por una probable intervención liderada por
Washington.
A raíz de la tragedia por el presunto uso de gases
químicos en Siria, en marzo, Carla del Ponte, comisionado de la ONU
sobre la crisis en la nación árabe, llegó a la conclusión de que los
rebeldes, no Assad, fueron probablemente los responsables del uso de
productos químicos letales cerca de la ciudad de Alepo (norte)
La
televisora CNN informó hace varios meses que Washington y algunos de
sus aliados están usando contratistas de defensa para entrenar a
rebeldes sirios sobre cómo proteger las reservas de armas químicas en
Siria.
Ya desde entonces altos funcionarios estadounidenses
comenzaron a fabricar el actual escenario cuando advertían que el
gobierno sirio "podría usar sus arsenales de armas químicas contra la
rebelión armada que trataba de derrocarlo", algo que Damasco negó con
vehemencia y reiteradamente.
Según la publicación digital
canadiense Global Research, la decisión de utilizar a contratistas de
defensa para entrenar a las bandas irregulares en el manejo de las
reservas de armas químicas era peligrosamente irresponsable en extremo.
Llaman la atención declaraciones del Ministerio de Relaciones
Exteriores sirio acusando a la Casa Blanca de trabajar para culpar el
régimen de Damasco por haber utilizado o preparado acciones para la
guerra química.
Meses atrás la cancillería siria, en una carta
al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, manifestaba su
preocupación acerca de la noticia difundida por los medios de
comunicación de que algunos de los países que respaldan el terrorismo y
los terroristas podrían proporcionar a esos elementos armas químicas.
La denuncias sirias tenían fundamento si se tiene en cuenta que el
propio presidente Obama impulsó la campaña este año cuando durante un
discurso en la Universidad Nacional de Defensa advirtió al presidente
sirio no utilizar el presunto arsenal químico.
"Hoy quiero dejar
absolutamente claro a al-Assad y aquellos bajo su mando: El mundo está
observando", dijo Obama. El uso de las armas químicas es y sería
totalmente inaceptable. Por la utilización de esos artefactos "habrá
consecuencias y tendrán que rendir cuentas", dijo.
Por otra
parte, expertos de Rusia dieron a conocer esta semana un informe de 100
páginas demostrando que rebeldes opositores "estaban detrás de un ataque
con gas sarín mortal en un suburbio de Alepo a principios de este año."
En las últimas semanas informes de prensa de periodistas de la
Associated Press y del corresponsal de la BBC Dale Gavlak, que sitúan la
autoría del ataque químico en mano de los rebeldes, han recibido una
atención prácticamente nula en Occidente.
El diario británico
The Examiner cita a miembros de la comunidad de inteligencia de Estados
Unidos que declararon "que ellos no saben a ciencia cierta quién estaba
detrás del ataque".
Un artículo de Global Research recuerda que
el gobierno estadounidense dio las armas químicas a Saddam Hussein en
Irak, que luego las utilizó contra Irán y contra su propia población
kurda.
Posteriormente, Washington trató de culpar a Irán por el ataque con armas químicas contra los kurdos de Irak.
Hay contradicciones evidentes y el presidente Obama pudiera estar
"equivocado" o mal asesorado a la hora de justificar un ataque contra
Siria.
*Periodista de la redacción Norteamérica de Prensa Latina. Enviado especial a Siria en 2012. |
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