Los periodistas Dale Gavlak y Yahya Ababneh, que escriben para la agencia Mint Press, con base en las entrevistas realizadas en días pasados en el barrio Ghouta, y en otras zonas de la ciudad de Damasco (capital siria) aseguraron que el ataque perpetrado con armas químicas el pasado 21 de agosto estaban en manos de los mercenarios sirios y procedían de Arabia Saudí.
En el suceso perdieron la vida al menos mil 300 personas.
Las fuentes consultadas por el periodista Gavlak aseguran que se produjo “un accidente” cuando fueron erróneamente manipuladas.
Abu Abdel-Moneim, un residente en Ghouta y padre de un terrorista, afirmó que su hijo falleció junto a otros 12 combatientes en el interior de un túnel, que era utilizado como almacén de armas recibidas de manos de un yihadista saudí, Abu Ayesha, comandante de un batallón insurgente.
El padre explicó que las armas que custodiaba su hijo tenían “una estructura de tubo”, y otras eran como “una enorme botella de gas”.
El mencionado túnel estalló el mismo día en que se efectuó el ataque con armas químicas, que la Inteligencia de Estados Unidos atribuye al Ejército del presidente de Siria, Bashar Al-Assad.
También fue entrevistada una combatiente denominada como "K", quien señaló que “no nos dijeron qué tipo de armas eran, ni cómo usarlas”.
A través de una conversación con Ababneh, quien está en Siria, manifestó que “no sabíamos ni nos podíamos imaginar que eran armas químicas”.
En ese sentido, agregó que “cuando el príncipe Bandar (jefe de la Inteligencia saudí) entrega esas armas debería hacerlo a quienes saben cómo usarlas”.
En otras declaraciones, un conocido líder terrorista del barrio de Ghouta, a quien se denomina “J”, declaró a Gavlak que “desgraciadamente algunos de nuestros combatientes manipularon erróneamente esas armas, y dieron lugar a las explosiones”(Telesur-Mint Press)
En el suceso perdieron la vida al menos mil 300 personas.
Las fuentes consultadas por el periodista Gavlak aseguran que se produjo “un accidente” cuando fueron erróneamente manipuladas.
Abu Abdel-Moneim, un residente en Ghouta y padre de un terrorista, afirmó que su hijo falleció junto a otros 12 combatientes en el interior de un túnel, que era utilizado como almacén de armas recibidas de manos de un yihadista saudí, Abu Ayesha, comandante de un batallón insurgente.
El padre explicó que las armas que custodiaba su hijo tenían “una estructura de tubo”, y otras eran como “una enorme botella de gas”.
El mencionado túnel estalló el mismo día en que se efectuó el ataque con armas químicas, que la Inteligencia de Estados Unidos atribuye al Ejército del presidente de Siria, Bashar Al-Assad.
También fue entrevistada una combatiente denominada como "K", quien señaló que “no nos dijeron qué tipo de armas eran, ni cómo usarlas”.
A través de una conversación con Ababneh, quien está en Siria, manifestó que “no sabíamos ni nos podíamos imaginar que eran armas químicas”.
En ese sentido, agregó que “cuando el príncipe Bandar (jefe de la Inteligencia saudí) entrega esas armas debería hacerlo a quienes saben cómo usarlas”.
En otras declaraciones, un conocido líder terrorista del barrio de Ghouta, a quien se denomina “J”, declaró a Gavlak que “desgraciadamente algunos de nuestros combatientes manipularon erróneamente esas armas, y dieron lugar a las explosiones”(Telesur-Mint Press)
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