Pedro Núñez Mosquera, director general de organismos multilaterales de la cancillería cubana, defendió en un discurso en la XXIII Cumbre Iberoamericana con sede en Panamá, el derecho de luchar contra la desigualdad, meta que une a América Latina.
El también jefe de la delegación que asistió a la transmitió un saludo del presidente cubano, Raúl Castro y expresó el agradecimiento por los reiterados pronunciamientos hechos en la cumbre contra el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos a la isla y la demanda a Washington para que la excluya de la lista de patrocinadores del terrorismo internacional.
Igualmente reclamó la liberación de Gerardo Hernández, Antonio González, Ramón Labañino y Fernando Gonzáles, antiterroristas cubanos injustamente presos en Estados Unidos.
Núñez Mosquera señaló en la plenaria que el mapa político de América Latina ha cambiado con gobiernos cada vez más preocupados por ejercer plena soberanía sobre los recursos naturales y explotarlos para beneficio de sus pueblos conforme al derecho internacional.
En cuanto a la región, dijo que en América Latina y el Caribe se está construyendo un camino propio de integración y citó como ejemplo la comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, la cual es una realidad y un proyecto mucho más ambicioso que un simple foro de concertación y coordinación política.
Expresó, en ese sentido, que han surgido nuevos actores internacionales de relevancia que desenvuelven sus crecientes vínculos sin condicionamientos ni injerencias conforme a las prioridades nacionales de desarrollo de los países receptores de colaboración.
Consideró que el tema de la cumbre, "el papel político, económico, social y cultural de la comunidad iberoamericana en un nuevo contexto mundial", es oportuno porque se da en momentos de cambio de los roles de Europa y América Latina.
Recordó que Europa atraviesa un momento complejo, probablemente el más complicado de su historia, con retrocesos económicos y sociales, mientras que la región latinoamericana ha logrado seguir creciendo a pesar de la crisis internacional.
La cumbre concluyó este con la aprobación de la Declaración de Panamá que recoge lo sustantivo de las discusiones de esta XXIII edición y traza el camino para la XXIV que se realizará el año venidero en Veracruz, México.(RHC)
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