viernes, 11 de octubre de 2013

En Estados Unidos para ejercer como mendigo hay que sacar permiso especial

  
Foto Internet

Muy pronto los mendigos tendrán que obtener un permiso especial para poder pedir una moneda en Estados Unidos: una nueva ley aprobada en una ciudad de Nueva Jersey busca de esa manera prevenir "mendicidad agresiva" y limitar las zonas donde pueden pedir dinero.

La ordenanza, votada por el comité de la ciudad de Township, en el Estado de Nueva Jersey, quiere ponerle un límite a las personas que piden limosnas por las calles.

En un medida que intentará además prevenir "actos desmedidos" por parte de los mendigos, se les podrá imponer una multa de hasta 1.000 dólares y un largo tiempo en prisión.

El jefe de la policía de Township, Christopher Leusner, dijo que sugirió establecer una ley luego que recibió más de una docena de quejas el último año de parte de residentes y de propietarios de locales de la ciudad.

Si bien no hubo denuncias específicas de hechos de violencia, las quejas tienen que ver con la "persistencia" con la que los mendigos insisten, siguiendo en muchos casos a las personas que salen de los supermercados hasta su automóvil, haciéndoles temer por su seguridad.

"Queremos ser proactivos y hacer algo sobre el tema antes de que sea tarde, y de última, detener este comportamiento", expresó Leusner.
 
 
 
Para poder seguir pidiendo limosnas, pronto habrá que obtener un permiso especial. Los interesados tendrán que llevar una identificación especial, con una fotografía, y estar de acuerdo con una orden de verificación.

Además, los mendigos no podrán pasar mucho tiempo en lugares públicos, y no podrán detener vehículos y estar merodeando cerca de cajeros automáticos o en paradas de autobús.

No todos están convencidos de la eficacia de la nueva ley, que podría ser adoptada luego por otras ciudades y estados del país.

"Es sólo otra manera de mostrar que el gobierno está haciendo algo, y no creo que necesitemos más de eso", dijo Mark Matreale, dueño de Frank Famous Pizza. "En lugar de preocuparse por un permiso gratuito para que podamos registrar a estas personas, ¿No es mejor llamar a la policía y que detenga a alguien por tocar a una personas o pedirle que le entregue su dinero?".

"Si alguien se me acerca y me dice, 'Tengo permiso para pedirle que me dé dinero', no creo que le vaya a dar nada", señaló Dolores Nordone, de 65 años, quien trabajo en un gimnasio de la ciudad. (ANSA)
 

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