martes, 1 de octubre de 2013

Cierra parcialmente el gobierno de EE.UU.: ¿quién pierde más?

                 

 

Por primera vez en 17 años, amplios sectores del gobierno federal de Estados Unidos quedan paralizados por falta de un acuerdo en el Congreso para aprobar un nuevo presupuesto.


De fondo está la nueva ley de salud, que la oposición quiere detener y el gobierno del presidente Barack Obama desea mantener contra cualquier iniciativa que busque frenar su aplicación desde este martes.

El impacto de esta pelea política entre republicanos y demócratas tiene dos escenarios que empiezan a dibujarse: el inmediato y el futuro.

El primero es claro y ha sido descrito ampliamente: En el primer cierre de su estilo en más de tres lustros, el gobierno se está viendo obligado a detener todos los servicios federales no esenciales desde la medianoche de este lunes, lo que comenzó a afectar a unos 700.000 empleados, así como los servicios en los parques y monumentos nacionales o las postulaciones de visas para extranjeros, entre otros (ver resumen al final).

Lo que es menos claro es el impacto que podría tener a futuro esta paralización, sobre todo para los dos partidos políticos principales.

No sólo se avecina próximamente otra decisión importante, esta vez sobre el techo de la deuda. Además, en la mira de muchos estrategas, aunque todavía como un objetivo algo lejano, ya están las elecciones parlamentarias del próximo año.

Y a juzgar por algunos de los sondeos que se han dado a conocer en los últimos días, el cierre del gobierno sería un golpe particularmente fuerte para los republicanos en el Congreso, si bien los demócratas no salen tampoco muy bien parados.
El juego de la culpa           
Uno de los principales puntos de disputa en el Congreso que ha generado la parálisis es la ley de salud pública del presidente Barack Obama, que en Estados Unidos se conoce popularmente como Obamacare.

Especialmente en la Cámara de Representantes, los republicanos han demandado que esa ley se derogue o se le retire el financiamiento como una condición para continuar financiando el gobierno. Pero los demócratas en el Senado han prometido rechazar cualquier proyecto de la Cámara que toque la ley de salud.

En medio de todas las críticas de lado y lado, los estadounidenses parecen haber decidido que la culpa principal recae sobre el partido opositor, considerado por muchos como obstruccionista.

Una encuesta de CBS News y The New York Times determinó que el 44% de los encuestados culparía más a los republicanos de un cierre gubernamental y el 35% a los demócratas. Otra, de ABC News y The Washington Post, estableció que el 63% ve con malos ojos el trabajo de los republicanos en las negociaciones sobre el presupuesto federal y el 56%, el de los demócratas.

Conocer estas opiniones resulta particularmente importante cuando se entiende la parálisis gubernamental no como un hecho aislado, con su impacto inmediato en la vida de miles de personas, sino en el marco más amplio de la política estadounidense.

Después de todo, los procesos electorales en el país son conocidos por su larga duración, por lo que desde ya hay análisis sobre el impacto político que puede tener esta disputa en el Congreso en las elecciones de mitad de periodo, previstas para noviembre del próximo año.
Impacto político

"No hay duda de que lo que está pasando ahora impactará el ambiente político inmediato y podremos ver fácilmente a ambos partidos golpeados por la opinión pública", le dice a BBC Mundo Lara Brown, directora de un programa de manejo político en la universidad George Washington, en la capital del país.

La analista agrega que este tema puede tener un impacto en las elecciones de 2014, pues el último año antes de los comicios es particularmente importante para la búsqueda de candidatos estratégicos.

Brown también explica que buena parte de la culpa del debate actual recaerá sobre los hombros de John Boehner, el republicano que preside la Cámara de Representantes, pues muchos no entenderán por qué su partido decidió involucrarse en la disputa de Obamacare, que en opinión de Brown es una pelea perdida de antemano.



John Boehner es uno de los que, en opinión de analistas, no sale bien parado del actual debate.

Pero la analista también da a entender que la derrota percibida de los republicanos no es necesariamente una victoria para los demócratas, pues éstos -presidente Obama incluido- también sufrirán por el impacto. Las encuestas mencionadas no dejan bien parado al partido del presidente.

Otro analista, Alan Abramowitz, no está tan seguro de que la actual disputa gubernamental tenga un impacto en las elecciones y afirma en diálogo con BBC Mundo que los efectos en los comicios "son difíciles de estimar".

Abramowitz, experto en elecciones de la Universidad Emory, en Atlanta, dice que todavía es necesario ver cómo se va a desarrollar la parálisis gubernamental tras la falta de acuerdo.

"Ciertamente, si hay un cierre prolongado o un incumplimiento en la deuda que resulte en consecuencias negativas significativas para la economía, entonces creo que de acá a un año eso puede tener un impacto en las elecciones", dice.

Y en ese sentido, más que el cierre gubernamental, lo que va a tener un efecto aún mayor en la economía nacional es otra decisión que se avecina en octubre: la votación sobre el techo de la deuda.

Como concluye el propio Abramowitz, "si miramos a futuro hacia una posible confrontación por el techo de la deuda, probablemente se desarrollará del mismo modo (que ahora en las encuestas), pero con ramificaciones más serias".
Cómo afectará el cierre parcial del gobierno

La Institución Smithsonian (19 museos y galerías y el Zoológico Nacional) cierran sus puertas.

También cierran varios parques nacionales, incluidos la Estatua de la Libertad, el Parque Yosemite y la Prisión de Alcatraz.

Personal que resulta afectado: Departamento de Defensa (400.000), Departamento de Comercio (30.000), Departamento de Transporte (18.481), Departamento de Energía (12.700).

El Departamento de Estado podrá seguir operando por tiempo limitado. (Se verán afectadas la emisión de pasaportes y el procesamiento de visas en el extranjero).

El Departamento de Defensa continúa las operaciones militares.

El Departamento de Educación sigue distribuyendo US$22.000 millones a las escuelas públicas, pero la contratación de nuevo personal se verá severamente golpeada.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos mandarán a sus casas a más de la mitad de su personal.
La Reserva Federal, el Departamento de Seguridad Interna y el Departamento de Justicia enfrentan pocos o ningún trastorno.
El Servicio de Correo y el Control de Tráfico Aéreo continúa operando normalmente.
Deuda en EE.UU.


(BBC Mundo)


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